Provencher Roy es el encargado de diseñar las nuevas oficinas dentro de la torre del Estadio Olímpico de los Juegos Olímpicos del 76 en Montreal
El proyecto original del Estadio Olímpico de Montreal fue diseñado por el arquitecto francés Roger Taillibert. El edificio cuenta con una torre curvada de 165 metros de altura que sobresale por encima en uno de los extremos del estadio siendo la torre inclinada más alta del mundo desde su construcción.
Un detallado estudio de su estructura, ha permitido al estudio de arquitectura local Provencher Roy abrir una de las fachadas de la torre para introducir luz natural a las nuevas oficinas de la institución financiera Desjardins distribuidas en 7 de las 12 alturas de la torre.
"Los miles de empleados de la institución financiera ahora disfrutan de estos espacios de trabajo modernos, bañados de luz natural", dijo Provencher Roy, que dio a conocer el proyecto por primera vez en 2018.
El nuevo proyecto introdujo una serie de modificaciones en el edificio original; la más significativa ha sido reemplazar dos de las tres fachadas de hormigón por muros cortina de vidrio.
La reconversión del edificio sacó a la luz las espectaculares columnas de hormigón con forma angular invertida que generan una serie de espacios pautados por salas de espera, mesas de reunión y vegetación.
El proyecto de planta triangular se organiza con espacios de trabajo abiertos y salas en torno al centro del edificio. Una paleta monocromática de color se extiende por todo contrastando con muebles de madera y detalles en verde que coinciden con la identidad corporativa de la compañía. El vestíbulo, con un techo facetado, recuerda al diseño original de Taillibert.
"Además de garantizar un ambiente de trabajo que fomente los intercambios y la creatividad, el objetivo principal del concepto adoptado fue simbolizar la historia de la torre", dijo la firma.
Después de los juegos olímpicos, la torre fue utilizada por una variedad de organizaciones relacionadas con el deporte, antes de quedar vacía durante casi 30 años. La rehabilitación forma parte de un proyecto más amplio que comenzó en 2015 e incluye mejoras en el estadio y los terrenos circundantes.
"Más que un lugar simbólico que una vez estuvo dedicado a los Juegos Olímpicos, la Torre de Montreal ahora es una marca indeleble en la imaginación colectiva"
Fotografías de Stéphane Brügger