El objetivo de estas viviendas mínimas, de tan sólo 19,8 m2, es ampliar el número de alojamientos necesarios durante la celebración de los Juegos, de forma sostenible y respetuosa con el medio ambiente y el entorno natural de la ciudad, de alto valor paisajístico.
Se trata de una pequeña construcción de planta rectangular cubierta con un tejado a dos aguas. Consta de una planta totalmente diáfana la cual contiene un espacio de salón con cocina integrada y un baño. La altura de la edificación es suficiente para disponer de un altillo, al cual se accede a través de una escalera integrada en el único tabique de compartimentación, el que delimita el ámbito del baño, que a su vez ejerce de espacio de almacenamiento. En esta planta superior se dispone el dormitorio, un espacio mínimo donde albergar la cama bajo la cubierta, al más puro estilo de una tienda de campaña.
Los cerramientos disponen de aberturas de formatos diversos que permiten una conexión visual del espacio interior con la naturaleza del entorno.
Incluso el espacio del salón se prolonga hacia el exterior a través de uno de estos huecos, disfrutando de una terraza exterior anexa a una de las fachadas.
La construcción de la pequeña vivienda minimiza el uso de materiales. Está construida en su práctica totalidad en madera, pintada de negro en su cara exterior, contrastando con el acabado interior, de madera clara, que contribuye a crear una sensación de amplitud y calidez.
Se consigue un máximo confort sin necesidad de contar con ningún mueble accesorio.
Además, la casa cuenta con calefacción por suelo radiante para climatizar el espacio durante la temporada de invierno.
Imágenes: Moobum Jang
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