Venlo es una ciudad del sureste de los Países Bajos que apuesta por una arquitectura sostenible, uno de cuyos ejemplos recientes es el nuevo ayuntamiento, situado cerca del río Maas, obra de Kraaijvanger Architects, edificio que ha recibido un merecido reconocimiento en los WAN Sustainable Buildings Award 2017.
El Ayuntamiento, que forma parte del plan de desarrollo del distrito de Maaswaard, tiene una planta en forma de L, que materializa un zócalo de dos alturas, sobre las que se eleva una torre rectangular que sobresale de uno de sus lados otros nueve pisos, además de disponer de otros 4 niveles bajo rasante, con el objetivo de hacer un uso eficiente del espacio disponible. El proyecto incluye un espacio público exterior a modo de plaza ajardinada, a la que se abrazan ambas alas de la L, cuya vegetación contribuye en la calidad del aire y confort del espacio interior, filtrando el aire, el viento y el ruido procedente de la calle. Los espacios interiores incluyen un salón público con espacio para exposiciones, salas de reuniones, oficinas, etc., así como aparcamiento para vehículos y un estacionamiento para bicicletas, que dan servicio tanto a empleados como a ciudadanos que acudan al ayuntamiento a realizar gestiones de diversa índole. Los mostradores de servicio municipal se encuentran en planta baja, mientras que los pisos de oficinas se disponen en la torre superior, ofreciendo una amplia variedad de espacios de trabajo individuales y colectivos, todos ellos adaptables a las necesidades presentes y futuras, con capacidad para su fácil transformación gracias a la independencia de la estructura respecto a la distribución interior.
El edificio destaca por incluir en su diseño un cuidadoso estudio de la demanda energética, la calidad del aire interior, la gestión del agua y el uso de materiales respetuosos con el medio ambiente, creando un ambiente de trabajo saludable y con unas condiciones climáticas interiores de elevado confort, todo ello con un consumo de energía casi nulo.
Uno de los aspectos más destacados es su fachada verde, que con una superficie superior a los 2.000 m2 pasa a ser la más grande del mundo hasta el momento. Las más de 100 especies de plantas que se disponen en unos prefabricados a modo de jardineras a lo largo de sus fachadas, contribuyen a la biodiversidad, filtran el aire viciado interior durante su expulsión y son capaces de absorber hasta un 30% de los óxidos de azufre y nitrógeno del aire, reduciendo de este modo la polución ambiental. El manto verde creado se combina con paños ciegos y superficies vidriadas, muros cortinas o ventanas, protegidas con voladizos en su parte superior según la orientación para controlar el soleamiento, creando una envolvente exterior de gran atractivo.
La ventilación y climatización del edificio es otro de los puntos a destacar, basadas en los principios de la circulación natural. El edificio dispone de una chimenea solar en la cubierta de la torre, que genera aire caliente de forma natural, que es acumulado e impulsado a todos los espacios interiores, proporcionando un control del clima de gran eficiencia sin consumo de energía. Además, se dispone un invernadero en uno de los extremos de la torre, que contribuye así mismo en la aclimatación natural del aire interior en todas las épocas del año.
La luz natural penetra por las superficies vidriadas de la envolvente en una mayoría de los espacios interiores, aprovechando al máximo sus posibilidades, minimizando de ese modo el consumo de energía, haciendo uso de la luz LED en aquellos espacios donde la luz diurna no es adecuada, así como para dar servicio en otros horarios.
Como apuntábamos anteriormente, todos los materiales utilizados son respetuosos con el medio ambiente y 100% reutilizables, habiéndose procedido a realizar un riguroso control del origen y la forma de producción de las materias primas. La estructura está compuesta por un 60 - 70% de granulado de hormigón reciclado.
La gestión del agua ha sido otro de los puntos estudiados, con un sistema de aprovechamiento del agua de lluvia y las aguas grises, mediante una cubierta purificadora, que ha permitido convertirla en agua apta para el riego de la fachada verde y para el abastecimiento de los inodoros.
Además de todas las medidas adoptadas en aras de la sostenibilidad, el diseño del edificio ha tenido en cuenta el fomento de hábitos saludables en el trabajo, como la disposición de una atractiva escalera de madera que conecta los espacios de trabajo de la torre, que invita a los trabajadores a que la utilicen, aprovechando para hacer ejercicio. Mismo mecanismo se utiliza en el invernadero con la disposición de otra escalera de la misma índole.
Imágenes: Ronald Tilleman
https://www.kraaijvanger.nl/en/projects/94/city-hall-venlo/