Subarquitectura ha encontrado en el proyecto para la Casa 360 una oportunidad única para resolver un problema planteado anteriormente en muchas ocasiones: cómo construir una casa con un programa público de relación social, asociado con la vida privada de una familia numerosa en un terreno con pendiente y con vistas privilegiadas.
El equipo de arquitectos alicantino no busca una solución directa partiendo de los espacios domésticos, sino que toma como base los trabajos de ingeniería, intersecciones viales y cambios de dirección. Partiendo desde las soluciones genéricas hasta el problema de descender, soluciones que llevan oculta una gran plasticidad, se busca la poética en todos los espacios considerados únicamente desde el punto de vista pragmático.
El resultado es la construcción literal de un diagrama de usos. En esta instancia, la forma no sigue a la función, sino que es la función en sí misma. Un movimiento cíclico, rutina y sorpresa se convierten en una forma de vida.
Su complejidad formal otorga la posibilidad de alcanzar todos los puntos de la casa a través de dos rutas diferentes, las cuales multiplican las posibilidades de uso. Tiene la forma de un loop en 360°, como la forma que generan los skaters, como un gimnasta, tan artística como precisa.
El edificio es negro por fuera, absorbente, construido con un material autóctono, la pizarra, se plantea con una estética específica del área. Blanco en el interior, reflectante, genérico, neutral, y luminoso. La vida incorpora el color, en el exterior mediante la vegetación, en el interior con las personas.
Autor: Subarquitectura
Emplazamiento: Galapagar, Madrid
Año: 2009
Fotografía: David Frutos
Un proyecto muy atrevido. Sin duda, es todo un reto para el arquitecto y el constructor para conseguir un edificio único y de vanguardia :)