El proyecto de Chiralt Arquitectos se basa en la perfección y la pureza del plano con un equilibrado discurso entre interior y exterior; un imponente juego de volúmenes que ha sido posible gracias al sistema constructivo estructural de losas aligeradas CHE®
Bueno, una vivienda ubicada en Algemesí (València), es un relato de lo que sucede en su interior. Su particular silueta compuesta por tres eles inversas logra potenciar el atrevimiento de su volumetría gracias a su revestimiento blanco hecho de solid surface –que la convierte en una fachada ventilada y moldeada como la piel de una escultura-, y al negro pétreo de los fondos.
Concebida como una unidad, la vivienda se articula mediante tres crujías. Una estructura de grandes dimensiones y un imponente juego de volúmenes que ha sido posible gracias al sistema constructivo estructural de losas aligeradas CHE®.
La crujía central es la zona de comunicaciones. La entrada principal destaca por su imponente puerta oculta en un gran muro negro pétreo con pasamanos retro-iluminado, y su escalinata de acceso. En el interior de la vivienda, un pasillo-recibidor da acceso a todas las estancias con una gran cristalera como fondo de perspectiva.
En esta zona destacan tres elementos: la escalera de escalones volados; el mega muro al que se anclan dichos escalones y que actúa como separador de la zona de día; y el gran panelado de madera lacada en blanco mate enfrentado a la escalera, y que alberga como un plano raso la bancada de madera de la entrada y los accesos a la zona de servicios, emplazados en la segunda crujía.
La tercera crujía posee la forma más especial pues termina como una ele invertida que no se cierra. En ella se emplaza la zona de día en la planta baja y la zona de noche en la planta primera. La zona de día incluye salón y comedor-cocina, ambas estancias totalmente abiertas al exterior, y resguardadas por el volado que dibuja el final de la ele y que sirve de zona de transición y disfrute.
La zona de día está compartimentada por tres muros materializados en negro pétreo: el muro que alberga el mueble televisor, el muro separador que sostiene la escalera, y el que separa el salón del comedor-cocina y que esconde una puerta corredera capaz de generar la intimidad deseada.
De los tres, el muro con mayor funcionalidad es el divisor entre cocina y zona de servicios. Este muro macizo sostiene la escalera por un lado, y por el otro sirve de armariada multifuncional para el comedor-cocina.
Finalmente, el muro que permite la configuración de la cocina y alberga también la escalera, se prolonga hacia la planta primera como un monolito y acaba convertido en lámpara gracias a una luz indirecta integrada que baña toda la escalera.
La zona de noche -ubicada en la primera planta- incluye una sala de juegos, dos habitaciones, un baño y una suite principal con vestidor y baño propio. Siguiendo el mismo discurso de equilibrio entre interior y exterior, el pasillo que distribuye las estancias posee en sus dos extremos unas cristaleras que crean corriente de luz y una reconfortante sensación de infinitud.