El perfil de Rune, nuestro cliente, es cada vez más habitual. Gente del norte, que trabaja en plataformas petrolíferas o embarcados como marinos y que descansa un largo tiempo entre dos intervalos de trabajo. Pueden por lo tanto elegir el mejor sitio para vivir y lo hacen en nuestras costas, dejando a su familia en lugares de gran calidad de vida, cuando ellos están lejos.
Tal vez fue casualidad, tal vez el aspecto de lobo de mar de nuestro cliente nos inspiro, quizá la forma de la parcela, muy alargada, nos llevó a ello. El caso es que la vivienda de Rune es un barco varado en tierra, con el casco de hormigón y un volumen dominante que, que nos recuerda al puente de mando. Cuando le vamos a visitar, en una de sus estancias en tierra, le vemos subido a lo más alto de su nave, dominando el horizonte.
La forma alargada de la parcela nos llevó a situar en un extremo, como una caja de cristal que avanza sobre el porche, el espacio del salón. La cubierta de la terraza vuela hasta la barbacoa, dejando que ese espacio abierto se abra hacía los dos lados de la parcela.
La secuencia de espacios, a espaldas del salón, pasa en primer lugar por el comedor y la cocina, antes de llegar al otro extremo de la vivienda donde situamos los dormitorios, coronados por la doble altura, como espacio de expansión y trabajo del matrimonio.
Fotos: Perretta Arquitectura