¿Te imaginas mover las paredes de tu casa a tu antojo en tu vida diaria? Estos arquitectos van más allá de idea tradicional de vivienda con un concepto flexible que responde a las necesidades actuales de habitación
Planta tipo con posibilidad de modificaciones de sus elementos móviles
La idea de EMI Architekten, persigue un “espacio performativo” que se adapta de forma individual al residente. La gran singularidad de estas viviendas de superficie reducida es que cuentan con una pared divisoria móvil dispuesta de forma estratégica en medio de la distribución. De este modo, permite al usuario delimitar o no las diferentes estancias en el momento de forma inmediata, sin tener que realizar ninguna modificación constructiva. Añadido a este elemento vertical, encontramos lámparas minimalistas giratorias que pueden iluminar las habitaciones como las imaginemos y delimitemos. Este edificio en la Stampfenbachstrasse de Zúrich es un encargo privado elaborado a partir de la investigación en torno al concepto de vivienda mínima que fue probada previamente con una maqueta en la Universidad de la ETH.
Planos y esquemas de la maqueta previa de investigación de la Cátedra de Mosayebi
Para entender el proyecto, acabado en 2022, debemos ponernos en contexto. Esta ciudad cosmopolita en la zona de habla alemana de Suiza, es especialmente atractiva para jóvenes profesionales locales e internacionales, debido a la amplia oferta de empleo y de ocio que esta ciudad ofrece. De ahí surge la gran demanda de apartamentos pequeños, ya que un tercio de los pisos de la ciudad y el cantón de Zúrich está ocupado por personas solteras, otro tercio por parejas, y solo el tercio restante por familias y hogares comunitarios. Esto da lugar, entre otros, a un perfil de inquilino que podríamos resumir como “nómada: jóvenes, solteros o parejas, que buscan una estancia a corto plazo en la ciudad.
Secuencia de movimientos y estados intermedios
No es del todo intencionado, sino que se ve forzado en un momento actual marcado por la escasez de oferta de vivienda asequible y cada vez más creciente demanda. En este mercado inmobiliario tensionado, el usuario ha de ser flexible, en una sociedad en la que no se tiene apego por la vivienda. A diferencia de países como España, no existe la costumbre de tener una vivienda en propiedad y a su vez el mercado lo hace muy inaccesible, por lo que la regla general es vivir de alquiler y estar preparado para mudarse en numerosas ocasiones.
Posibilidades distintas con la pared rotatoria y la lámpara
Estos hechos sociopolíticos se reflejan en el diseño de la vivienda performativa. Frente a la falta de espacio asequible, el inquilino busca sacar el mayor partido posible a su superficie, por eso busca flexibilidad. El diseño es innovador en cuanto a que rompe con los hábitos; apenas ángulos rectos y sin especificaciones rígidas del uso del espacio. Los arquitectos desarrollan planos de planta extremadamente adaptables en los que sus usuarios pueden decidir por sí mismos a diario, cuantas habitaciones tiene su apartamento y cómo se disponen. El nómada sigue el concepto de habitabilidad minimalista, según el cual no tiene muchas pertenencias ni mobiliario, por lo que la vivienda le ofrece de partida el mobiliario mínimo necesario de forma eficiente a la vez que estratégicos nichos, lámparas y espacio de almacenamiento reducido. Todos los elementos del edificio se vuelven a pensar y considerar más allá de su función; suelo y techo, puertas y paredes, elementos empotrados y muebles, ventanas, elementos estructurales, cortinas, espejos….Así, el propio suelo se convierte a su vez en espacio de asiento y de descanso para sus habitantes. Del mismo modo las superficies espejadas son más que piezas de mobiliario, las cuales sirven para diluir los límites construidos amplificando la percepción del espacio habitable. Incluso los colores establecidos desde el proyecto completan y enriquecen la decoración de la vivienda.
Los cajones de almacenamiento se usan como estructura sobre el que colocar el colchón o sofá
Si observamos el edificio desde el exterior, la fachada de aluminio ondulado contrasta con el contexto histórico inmediato, expresando la singularidad del proyecto desde su inserción en el lugar. La envolvente pretende ser un elemento funcional donde los huecos responden a las necesidades del proyecto. La fachada principal se muestra compacta y cerrada, mientras que las viviendas se abren al patio interior con una materialidad orgánica más doméstica jugando con colores y texturas.
Contraste entre la fachada cerrada y la apertura del alzado del patio interior
Si bien su apariencia industrial con paneles simples de grandes formatos no corresponde con la imagen esperada de un edificio de vivienda, es a través de la precisa, limpia y minimalista ejecución donde se logra adaptar la escala residencial con armonía para cobijar de forma agradable a los habitantes. El proyecto ha recibido varios premios durante los años posteriores a su construcción y será el tiempo y sus residentes los que decidan el éxito o no de este experimento en su contexto social.
La fachada exterior cerrada y monocolor no deja intuir lo que pasa en tu interior
Escrito por Maria Unceta desde Zúrich
Fotografías de Roland Bernath y ETH Zúrich