© Nature IraqLas viviendas Mudhif son una tipología de casa iraquí construida a base de paja, lodo y ramas de bambú. Esta arquitectura se originó en la región sur de Iraq. Los habitantes del lugar, los Madan, se vieron en la necesidad de edificar sus pueblos con estos materiales naturales básicos, sin poder emplear vidrio, madera, cemento o incluso clavos. Se erigían en apenas unos días sin demasiado trabajo y llegaban a durar años.
Los Madan, también conocidos como árabes de los pantanos, empleaban las cañas y juncos gigantes que se criaban en los pantanos en los que vivían. Las cañas y juncos se agrupaban y tejían constituyendo columnas, éstas se clavaban en el suelo en dos hileras, separadas según el ancho que requiriese la vivienda, se doblaban y ataban dos a dos formando arcos. Entre los arcos se disponía una ligera armadura horizontal de caña y sobre ésta esteras. En los dos frentes de la edificación se cuidaba la estética, los juncos se trenzaban decorativamente dejando huecos y perforaciones de malla para permitir la ventilación cruzada y le correcta iluminación. Esta técnica es la que se retomó hace unos años y con la que se está repoblando la zona, que se había visto parcialmente abandonada y degradada.
El junco es un material degradable y al mismo tiempo inflamable, pero la facilidad con que se recoge y la rapidez con que se construyen estas viviendas hacen que se impongan las ventajas frente a los posibles problemas. La sencillez del sistema constructivo permite además que estas casas adquieran gran tamaño, no sólo en altura sino también en longitud, superando en ocasiones los 30 metros.
Este pueblo se vio amenazado por diferentes causas, diversos problemas políticos y geográficos llevaron a que en 1991 Saddam Hussein ordenará drenar los canales y el pantano en el que vivía los Madan. Esto provocó que la zona se convirtiese poco a poco en un desierto. Al quedarse sin fuente de alimento principal, muchos de sus habitantes abandonaron el lugar. A partir de 2003 varias comunidades cercanas a los pantanos comenzaron a repoblar la zona y construyendo allí de nuevo sus casas. Poco después la organización no gubernamental iraquí “Nature Iraq”, que tienen como misión proteger, restaurar y preservar el entorno natural de Iraq y su rico patrimonio cultural, colaboró en la reconstrucción de estos pueblos históricos, considerados bellezas naturales, contando con ayuda internacional proveniente de países como Japón, Canadá o Estados Unidos.
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