Colegio Mayor Saomar: microespacios para la convivenciaMas Millet arquitectos realiza la rehabilitación de esta residencia de 8 plantas transformando los antiguos espacios angostos y recorridos tortuosos en espacios dilatados que propician la relación entre los usuarios y convertirla en una de las mejores de Valencia
El Colegio Mayor Saomar es un proyecto muy especial para el estudio. Se trata de la rehabilitación completa de esta residencia de estudiantes que abarca todo el edificio y se ha conseguido que un proyecto de grandes dimensiones como éste, estén cuidados todos los detalles de proyecto, construcción e interiorismo como si de una vivienda u oficina pequeña se tratara.
Uno de los factores clave desde el inicio ha sido buscar una alta eficiencia energética. Mediante la incorporación de recuperadores de calor, aerotermia, sistemas inteligentes de iluminación, sistema de acceso por tarjetas en las habitaciones con encendido/apagado automático al salir de ellas… en resumen, la sostenibilidad como uno de los puntos centrales de proyecto.
El reto del proyecto era actualizar una residencia en su totalidad y convertirla en una de las mejores de Valencia. Se decidió transformarla interior y exteriormente. La fachada se ha modificado para actualizar su imagen respetando su configuración. Y el acceso y todo el basamento, tanto planta baja como primera planta, se han abierto por completo al exterior, invitando a todo el que pasa a mirar la vida en su interior, asociado a la actividad más pública de la residencia.
Antes de la actuación, la distribución de los espacios era angosta y de recorridos tortuosos. El patio que llegaba hasta planta baja sin casi luz, se ha cambiado por completo. Ahora el patio llega sólo hasta la primera planta liberando toda la planta baja para abrir un amplio espacio multiusos al que llamamos “Ágora”. Éste sirve como gran distribuidor del resto de funciones en planta baja (despachos, salas de estudio, sala de estar y capilla) pero puede convertirse en platea de sillas plegables cuyo escenario queda conformado por una serie de rampas dispuestas en uno de sus extremos que dan acceso a una de las salas de estudio y a la capilla. Los paneles de vidrio que separan la sala de estar del ágora se pliegan en su totalidad pudiendo disponerse de toda la sala de estar orientada hacia el escenario y ganando así aforo. A nivel de multimedia la pantalla retráctil del escenario, así como las pantallas de la sala de estar están conectadas a una matriz para poder simultanearse y proyectar sin cables.
El resto de plantas quedan articuladas en torno al patio central al que se puede salir en primera planta desde el núcleo de escaleras y ascensores así como desde el comedor. En esta planta se ubican espacios de servicio como: la cocina, lavandería, zona de planchado, comedor, comedor de invitados… Las siguientes plantas albergan las habitaciones que vuelcan al patio central, o a la fachada frontal de la calle Pizarro, o a la fachada trasera del patio de manzanas.
Y los espacios de distribución para llegar a las habitaciones, lejos de ser angostos pasillos como los del antiguo edificio, se han reconvertido por completo, se ha diseñado una serie de espacios de relación cuidados al máximo detalle y decorados con motivos diferentes según la planta donde se encuentre. Son espacios de relación ya que las habitaciones se han pensado para el estudio personal, el descanso y el aseo personal, con un diseño en el que todo queda aprovechado pero que gracias a la calidez de los materiales y la disposición de la luz uno siente como estar en una habitación de un buen hotel.
En la terraza superior, además de unas pequeñas salas de estudio y trabajo grupal, se ubican las salas de máquinas, se ha restaurado la piscina que ya existía haciendo que todo el espacio libre gire en torno a ella en un ambiente de dispersión y esparcimiento con zonas de solárium, zona de estar y un paellero-barbacoa para poder cocinar al aire libre.
