Arquitectura dedicada por y para el arte, un antiguo edificio reconstruido para albergar una residencia para artistas con espacios que doblan como salas de exposición. Una propuesta de residencia de vacaciones para todos los amantes de la estética ecléctica y el arte.
El diseño no es tal si no se tienen en cuenta todos sus aspectos, es así como la rehabilitación y nuevo diseño de interiores de un antiguo edificio del Siglo XVII ha sido posible. El edificio se encuentra situado sobre una colina en el puerto de Emporeios, una casa de dos plantas que fue devastada tras un terremoto en el año 1933. Un proyecto llevado a cabo entre el diseñador y fotógrafo artístico Greg Haji Joannides y el arquitecto Giorgos Tsironis, Tsironis se ocupó de renovar la estructura, y Joannides se ocupó del diseño de los interiores, transformando esta edificación en una residencia para artistas y amantes del arte.
La idea principal de este diseño fue mantener tanto como fuese posible de la forma original de la vivienda, una forma de mantener la historia y artesanía de la isla. Materiales utilizados en la reconstrucción fueron sus propios elementos originales, tanto las piedras que conformaban sus muros como el sistema de chimenea y el drenaje de las cubiertas, todo lo que pudo ser recuperado se utilizó para mantener la originalidad de la edificación. Un sistema de recogida de aguas pluviales y almacenamiento en el interior de la casa mediante una cisterna de cemento tradicional abastece a la vivienda.
Para los interiores, las paredes de ladrillo y tablones de madera que crean los forjados fueron pintados de blanco, un fondo perfecto para obras de arte. Zonas de paso abiertas mediante arcos amplían la sensación de superficie y proporcionan circulación abierta en la planta baja, permitiendo que esta se desdoble como un espacio de exposición para los artistas huéspedes de la residencia.
La cocina, sala de estar y área de trabajo están situados en la planta baja. Una escalera de hormigón conduce a la primera planta, donde hay dos dormitorios y un baño. Mientras que unas puertas dobles en el primer piso dan acceso a una terraza al aire libre, además un espacio de salón en la azotea es accesible vía un sistema de escaleras de piedra en un lado del edificio. En el baño de la primera planta una antigua roca encontrada durante el proceso de excavación, la cual se cree que fue utilizada como bebedero de animales, hace las veces de lavabo, un elemento natural que se ve realzado sobre un fondo de hormigón pulido utilizado en las paredes del espacio, incluyendo la zona de ducha.
Una magnifica elección de materiales, formas y acabados para un espacio increible. Nunca el blanco griego habia sido utilizado de mejor manera para servir de lienzo de obras de arte.