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Dubái desde las alturas. Torre Wasl de Unstudio

El equipo holandés Unstudio propone una torre ondulante de revestimiento cerámico para el skyline de Dubái, cuya visión diurna, fluctuante y cambiante, da paso a una visión nocturna caracterizada por el color y la luz vibrante, simulando la respiración de un organismo vivo.

Dubái desde las alturas. Torre Wasl de UnstudioTorre Wasl, Dubái, por Unstudio y Werner Sobek. Imagen: Unstudio

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El equipo holandés Unstudio propone una torre ondulante de revestimiento cerámico para el skyline de Dubái, cuya visión diurna, fluctuante y cambiante, da paso a una visión nocturna caracterizada por el color y la luz vibrante, simulando la respiración de un organismo vivo.


 




 



Al perfil urbano de Dubái se suma una nueva edificación en altura, la denominada Torre Wasl, diseñada por Unstudio (dirigido por Ben van Berkel), en colaboración con la firma alemana de ingeniería Werner Sobek. Se trata de una torre de 302 metros de altura que se estima que estará finalizada para el año 2020, y cuya fachada cerámica sería una de la más alta del mundo.



La torre se ubicará en una de las arterias principales de la ciudad, la Sheikh Zayed Road (SZR), que es, a la vez, una de las vías de comunicación más importante de los Emiratos Árabes, al unir Abu Dhabi con Ras al-Khaimah. La ubicación estratégica de la torre se dispone en el punto de convergencia de dos de los polos de atracción de la metrópolis: el nuevo City Walk Development y el famoso Burj Khalifa. La torre Wasl se coloca al otro lado de la SZR, como contrapunto al rascacielos, en un área de la ciudad donde todavía no han proliferado las edificaciones de gran altura. La conexión con la otra parte de Dubái se realiza a través de un puente peatonal sobre la SZR, que conduce directamente a la estación Burj Khalifa del metro aéreo.



Torre Wasl, Dubái, por Unstudio y Werner Sobek. Imagen: Unstudio



La imagen de la torre se ha basado en el tradicional contrapposto, principalmente empleado en la escultura para romper su frontalidad, oponiendo partes tensionadas o en movimiento, a otras en reposo. En este caso, la torre evita el volumen prismático, retorciendo y girando su directriz.



La edificación se eleva mostrando la rotación de su perímetro, generando alzados y vistas cambiantes, perdiendo todo rastro de ortogonalidad. El resultado es un edificio asimétrico, dinámico y cambiante, de una sutil forma modelada.



Torre Wasl, Dubái, por Unstudio y Werner Sobek. Imagen: Unstudio



Esquema de la Torre Wasl, Dubái, por Unstudio y Werner Sobek. Imagen: Unstudio



El movimiento de la fachada responde al carácter del lugar, el flujo circulatorio y la intensidad de la actividad metropolitana. Del mismo modo, el programa híbrido que alberga da respuesta a esos mismos condicionantes, a partir de una propuesta de usos mixtos donde se apilan apartamentos, oficinas, espacios públicos y un complejo hotelero de cinco estrellas, gestionado por Mandarin Oriental, con una capacidad de 250 habitaciones. El programa se completa en una edificación anexa, de poca altura, donde se resolverá el aparcamiento y una sala de fiestas (en planta primera).





Torre Wasl, Dubái, por Unstudio y Werner Sobek. Imagen: Unstudio



Todo el complejo se estructura en cuatro grandes vestíbulos: uno a nivel del suelo; el segundo en el nivel dedicado a spa, con conexión a través de una pasarela con la cubierta del edificio de aparcamientos, donde se ubica una piscina; otro a una altura intermedia, que funciona como mirador; y el último en el nivel de la azotea. El vestíbulo de planta baja abarcará tanto la torre como el edificio anexo, generando una gran zona ajardinada.



Interior de la Torre Wasl, Dubái, por Unstudio y Werner Sobek. Imagen: Unstudio



La ligazón de todo el conjunto se realiza mediante una fisura, como una costura, que conecta los diferentes niveles y las distintas partes del programa, y que ha sido proyectada como un “bulevar vertical”, una sucesión de balcones, espacios al aire libre y zonas de tratamiento verde, que ascienden hasta la piscina de la azotea, rematando el volumen.



Esta veta verde muestra, además, el interior. Se convierte, así, en un espacio de relación, de contacto con el exterior, de conexión visual, de contemplación de Dubái desde las alturas.



Esquemas de la Torre Wasl, Dubái, por Unstudio y Werner Sobek. Imagen: Unstudio



Quizás lo más llamativo del proyecto sea la resolución de la piel de la torre. El revestimiento se lleva a cabo mediante piezas de cerámica vidriada, en un diseño de elementos entrecruzados que se adaptan a las líneas curvas. Su diseño angular presenta forma de aleta, posibilitando grandes zonas de sombra y, a la vez, la introducción de luz filtrada e indirecta en el interior del volumen. La solución técnica empleada recurre a una mínima tecnología, pero asegura la sostenibilidad del conjunto.



La iluminación nocturna se ha programado para mantener el carácter cambiante de la fachada. Su alimentación procede de energía solar, gracias a los paneles fotovoltaicos instalados en la cubierta del aparcamiento. Según el diseño de la ingeniería Arup, la luz, de color variable, se oculta tras las piezas cerámicas e introduce ritmos y variaciones a lo largo de la superficie de la torre.



Interior de la Torre Wasl, Dubái, por Unstudio y Werner Sobek. Imagen: Unstudio



La piel vibrante parece mostrar la respiración de un organismo vivo, de aspecto palpitante. Un organismo expectante, despierto 24 horas, como la metrópolis que parece contemplar.



https://www.unstudio.com/

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