La firma de arquitectura Skidmore, Owings y Merrill (SOM) y los investigadores del Laboratorio Nacional Oak Ridge del Departamento de Energía de los Estados Unidos, crean un módulo de vivienda mínima y un coche impresos en 3D, capaces de generar energía y retroalimentarse mutuamente, implantando un nuevo concepto, que denominan "energía integrada", que se presenta como una de las vías futuras en cuanto a eficiencia energética se refiere, aunando los caminos de la industria automovilística y de la construcción.
El proyecto, denominado Additive Manufacturing Integrated Energy Structure, AMIE, ha sido materializado utilizando una impresora BAAM 3D, capaz de imprimir estructuras de gran dimensión en tiempos muy reducidos, optimizando tanto el consumo de energía como el tiempo de producción.
El coche y la casa se han construido con fibra de carbono reforzado ABS. La casa se imprimió en módulos, a modo de costillas, que posteriormente se ensamblaron dentro de las instalaciones de Clayton Homes, se reforzaron con barras de acero y se aislaron con paneles modificados, altamente eficientes, obteniendo una estructura fuerte y de gran capacidad aislante, validando su uso en ambientes extremos.
El vehículo tiene una cabina abierta con dos asientos y un compartimiento trasero donde se aloja la batería y el motor.
La casa la constituye una cabina que se puede compartimentar en varios espacios u ofrecer diferentes funciones. El prototipo incluye una pequeña cocina, un área de entretenimiento y una cama plegable tipo Murphy. La iluminación y los electrodomésticos se pueden agregar a la estructura final según sea necesario.
El aspecto más innovador del proyecto es la relación recíproca de energía que se establece entre el coche y la casa. Se crea un sistema bidireccional de "energía integrada", capaz de enviar de forma inalámbrica la electricidad de una unidad a la otra, de la casa al coche y viceversa, según la demanda y necesidades de cada uno en cada momento.
El vehículo funcionaría con electricidad, pero es un híbrido con un generador de gas natural, que puede abastecer tanto al coche como a la vivienda cuando está estacionado al lado de la misma, resolviendo las carencias energéticas de ésta en días nublados.
A su vez, la casa, que utiliza un sistema solar fotovoltaico con paneles integrados en la parte superior, sería capaz de abastecer sus propias necesidades de consumo y recargar el vehículo con su exceso de energía en los días soleados.
Esta capacidad de autoabastecerse permite que el conjunto se apto para su disfrute en parajes aislados, donde no llega el suministro eléctrico.
El proyecto AMIE se presenta por tanto como un trampolín hacia el futuro en cuanto a conceptos de construcción de viviendas, de eficiencia energética y de fabricación de automóviles, creando flujos de energía entre edificios y transporte, ecosistemas energéticos de retroabastecimiento.
Imágenes: Oak Ridge National Laboratory
Infografías: SOM
https://web.ornl.gov/sci/eere/amie/