La Serpentine Gallery de Londres presenta su decimoctavo pabellón temporal, una muestra de arquitectura experimental que fusiona la tradición de Méjico y Gran Bretaña a través de sus elementos constructivos
Exterior del Serpentine Pavillion 2018, Frida Escobedo
Exterior del Serpentine Pavillion 2018, Frida Escobedo
La arquitecta mejicana Frida Escobedo continúa la tradición que en el año 2000 inicia Zaha Hadid con el pabellón inaugural para la Serpentine Gallery de Londres. Dieciocho años después, los Kesington Gardens, en Hyde Park, acogen de nuevo una pequeña construcción efímera para acercar la arquitectura de vanguardia internacional a la sociedad, complementando el programa cultural que la Galería ofrece durante el verano. Frida Escobedo, con experiencia en intervenciones centradas en la reactivación de espacios públicos en Méjico, se convierte así en la diseñadora más joven del pabellón.
Acceso este del Serpentine Pavillion 2018, Frida Escobedo
Acceso oeste del Serpentine Pavillion 2018, Frida Escobedo
Tal y como explica la arquitecta, el concepto que subyace en el diseño del pabellón es el paso del tiempo y cómo éste puede manifestarse a través de una arquitectura elemental de formas sencillas. El edificio propuesto, por tanto, se convierte en un reloj que intensifica la experiencia del fluir temporal en los visitantes a través de los cambios reflejados en sus superficies a las distintas horas del día. La luz, la sombra y el agua se convierten así en elementos materiales de composición.
Dibujo de proyecto del Serpentine Pavillion 2018, Frida Escobedo
Para desarrollar esta idea, Frida fusiona elementos de la arquitectura tradicional de su país natal con referencias locales de Londres, como la Prime Meridian line en el Royal Observatory de Greenwich. Así, el edificio queda envuelto por un tejido permeable en celosía, al modo de las construcciones domésticas mejicanas, que se compone de oscuras tejas de cemento de fabricación británica.
Interior del Serpentine Pavillion 2018, Frida Escobedo
Interior del Serpentine Pavillion 2018, Frida Escobedo
Entrada del Serpentine Pavillion 2018, Frida Escobedo
Desde un punto de vista formal, la planta se resuelve como si de dos volúmenes que se superponen se tratase, enfatizándose la intencionada fusión de elementos. Por un lado, los muros exteriores se disponen en paralelo a la fachada este de la Galería Serpentine; por otro, el patio que queda encerrado al interior se orienta hacia el norte en clara referencia al Primer Meridiano. Como resultado de este giro geométrico y la presencia de un estanque triangular en una de las esquinas, los visitantes se ven forzados a cambiar de posición y, por tanto, a formar parte del movimiento interno que esconde el pabellón.
Umbral del Serpentine Pavillion 2018, Frida Escobedo
Umbral del Serpentine Pavillion 2018, Frida Escobedo
La cuidada elección de los materiales es una de las claves del proyecto, que juega con el contraste de opacidades y transparencias y de superficies rugosas y pulidas en la búsqueda de máxima experiencia sensorial. El movimiento exterior sobre el fondo verde de hierba a través del oscuro entramado hace que las mutaciones interiores se intensifiquen y extiendan a todo el jardín con un mínimo gesto. Los espejos de agua y los paneles del techo invitan a los visitantes a encontrarse consigo mismos y a reflexionar sobre cómo son arrastrados por el tiempo que fluye a través del reloj.
Detalle de la celosía del Serpentine Pavillion 2018, Frida Escobedo
Detalle del estanque del Serpentine Pavillion 2018, Frida Escobedo
Detalle de la celosía del Serpentine Pavillion 2018, Frida Escobedo
Imágenes: Lauran Ghinitoiu
Muy interesante la propuesta de Frida Escobedo