Proyectado por CrystalZoo el diseño del nuevo velódromo situado en Novelda constituye un símbolo de la resiliencia de los ciclistas locales y del reciclaje arquitectónico de una antigua ruina vandalizada
Novelda es una población del interior de la provincia de Alicante que siempre ha contado con asociaciones ciclistas y con personajes relevantes dentro del mundo deportivo de esta disciplina.
Una zona de pequeñas colinas, volcada en la explotación de las canteras de mármol que le ha hecho internacionalmente conocida.
Vista del velódromo
En la década de los 50, el ciclista local Luis Navarro Amorós ganó una etapa en la Vuelta Ciclista a España, siendo el impulsor de este deporte en la población. Ya en la década de los 80, el Ayuntamiento proyectó un velódromo donde las jóvenes promesas locales pudiesen competir, pero las obras nunca llegaron a acabarse, convirtiéndose en un esqueleto inconcluso de hormigón, de los otros muchos que jalonan el territorio español.
El medallista olímpico Julio Alberto Amores, se colaba en él todos los fines de semana, y tras limpiar y adecentar la pista de los botellones del fin de semana, comenzaba a entrenar en el antiguo velódromo.
Velódromo a pie de pista
Para reactivar este proyecto se planteó en primera instancia la forma de intervención en la construcción existente, siendo una estructura vandalizada y muy deteriorada, con restos de fogatas y atestada de grafitis.
Vista del pabellón
Debía tratarse de un proyecto de mínimos y en su diseño se apostó por no renunciar a la historia que se había vivido en este espacio.
Vista general
Con todo ello el proyecto incorpora el concepto de ruina, junto con el de reciclaje arquitectónico, generando una nueva oportunidad a un edificio abandonado y olvidado que se pone en valor mediante una intervención ajustada debido a su escaso presupuesto.
Graderío
Se muestra la realidad desnuda del tiempo que ha pasado por el velódromo. Una verdad a veces incomoda pero que sirve de ejemplo a futuras generaciones.
Se habilitan los antiguos túneles que comunicaban el conjunto con la pelouse. El hormigón, descarnado por el paso de los años y su posterior vandalización, es mostrado aquí tal como es, poniendo en valor su materialidad.
Vista de escaleras
Se comisariaron los grafitis existentes y se trabajó encima de ellos mediante velos y capas de pintura con motivos geométricos, generando grafitis propios que cubren parte de los espacios interiores y acompañan al usuario en su viaje interior.
Túneles
Sobre el paso soterrado se ubica un pequeño pabellón para los integrantes de la escuela de ciclismo. La pieza se plantea como un origami rojo que, como un juego, se pliega sobre la pista generando un espacio de sombra que remarca la actuación magnificando la ruina existente.
Comunicaciones
Un pequeño icono, símbolo de la resiliencia de los ciclistas locales, que con su ejemplo han conseguido poner en valor la antigua ruina del velódromo para futuras generaciones de deportistas.
CrystalZoo Arquitectura
Fotografías de David Frutos