La Fundación Jan Michalski, denominada también la Maison de l´Ecriture, se encuentra en Montricher (Suiza), en la localidad de Bois Désert, rodeada de naturaleza en estado puro, frente al lago Geneva y los Alpes suizos.
Los arquitectos Vincent Mangeat y Pierre Wahlen, diseñaron un complejo que comprende diversos edificios que albergan los distintos usos que requería el programa: una residencia para los escritores, un comedor, una sala de estar, una biblioteca, un auditorio y un espacio de exposiciones; todo ello situado bajo la original cubierta de formas orgánicas que unifica y da personalidad al conjunto. (Fotografía: Mirabella Balaciu).
La Fundación cuenta con un grupo de siete módulos residenciales, de varios tamaños y estilos, denominados "treehouses", debido a que se encuentran colgados de la gran cubierta. Un octavo módulo, denominado "the elemental treehouse", alberga el espacio de cocina y de descanso comunitario para los escritores. Cada uno de ellos ha sido diseñado en estudios de arquitectura de diferentes nacionalidades: Mangeat y Wahlen, Decosterd, Elemental (del reciente premio Pritzker Alejandro Aravena), Schaub Zwicky, Atelier Bonnet, Fuhrimann Hächler, Rintala y Eggertssony Studio MK 27; proporcionando una diversidad de estilos que resulte atractiva y se ajuste a la personalidad de los escritores. Se espera que los módulos residenciales acojan a sus primeros ocupantes el próximo 2017. (Fotografía: Blank Studio).
La biblioteca se sitúa en el corazón del complejo. Se trata de un bloque lineal de 5 alturas con un gran espacio central hacia el que vuelcan los corredores superiores con las estanterías, que albergan la vasta colección de libros de las diferentes nacionalidades y culturas. A su vez, podemos encontrar espacios de recogimiento dedicados a la lectura, con fabulosas vistas hacia el pasaje circundante. (Fotografía: Leo Fabrizio).
El auditorio se concibe como un espacio multidisciplinar donde acoger todo tipo de eventos culturales, con una capacidad para 120 espectadores. (Fotografía: Leo Fabrizio).
El espacio de exposiciones tiene un volumen generoso y una arquitectura que permite su adaptación a las distintas necesidades, con libertad de movimiento. Destaca en él el hall de recepción, el cual se abre hacia los jardines exteriores.