Tras diferentes estudios realizados a lo largo de las últimas décadas, ha sido probado que el ruido influye en la recuperación de pacientes en hospitales, así como de la salud de su personal médico. Debido a ello, la firma Ecophon Saint-Gobain, nos ofrece soluciones que mejoran en gran medida las instalaciones hospitalarias
Hospital Nowa Dewa (Polonia)
A lo largo de los últimos años, el nivel medio de ruido en hospitales (tanto de día como de noche) ha aumentado drásticamente; en el año 2005 durante el día se superaban valores de 70 dB, mientras que durante la noche se alcanzaban los 65dB (lo que supone un aumento de 15 dB durante el día y 18 dB durante la noche con respecto al año 1960). A pesar de este aumento de niveles de ruido, el diseño de los edificios no ha variado lo suficiente para adaptarse a estos cambios, con lo que la exposición al ruido en hospitales es, a día de hoy, una causa habitual de problemas de salud tanto para pacientes como para personal sanitario.
Independientemente de la patología que un paciente padezca, el ruido influirá en su recuperación. Cuando estamos enfermos, somos más sensibles de lo habitual a cualquier cosa que nos saque de nuestra zona de confort; un simple portazo, por ejemplo, puede tener efectos negativos. Se ha demostrado que la exposición a niveles de ruido elevados altera el sueño de los pacientes, aumenta el estrés, retrasa la rehabilitación posterior a la enfermedad, aumenta el nerviosismo, inquietud y agitación, causa síntomas psiquiátricos, y aumenta la frecuencia respiratoria y cardíaca.
Si nos centramos en el sueño, la calidad del mismo es fundamental (en general para la salud humana y crítico para la recuperación del paciente). El estado de ánimo, el comportamiento, la función muscular respiratoria, el tiempo de curación y la duración del ingreso hospitalario son solo algunos de los posibles efectos de la alteración o privación del sueño del paciente.
Se ha demostrado que un buen acondicionamiento acústico (mediante la introducción de absorción en los recintos tratados y por lo tanto la disminución de reverberación y ruido) puede no solo acelerar las recuperaciones, mejorar la calidad del sueño y reducir las rehospitalizaciones, sino también disminuir la necesidad de tomar medicación adicional.
Por otro lado, aunque el personal sanitario está (teóricamente) sano, la exposición al ruido también afecta a este grupo; y no solo a su salud sino también a la ejecución de su trabajo. Los errores de comunicación (inducidos, entre otros, por un mal acondicionamiento acústico y/o un nivel alto de ruido) pueden conducir a errores fatales, ya que, en un quirófano, por ejemplo, la transmisión del mensaje entre el personal sanitario durante una operación debe de ser clara e inteligible para que las decisiones tomadas sean las acertadas. De hecho, se demostró que el 70% de los errores médicos críticos en los departamentos de emergencias se deben a “errores de comunicación”. Las entrevistas realizadas en revelaron que el 60.5% del personal considera que el ruido en urgencias es “muy” o “algo molesto”, y esto puede producir, entre otras cosas, fatiga (física y mental) debido a que hay que forzar la voz y prestar más atención para comunicarse correctamente.
Hospital Satakunta (Finlandia)
¿Qué tener en cuenta a la hora de diseñar acústicamente un hospital?
Nuestro sistema auditivo se desarrolló desde hace miles de años para estar a la intemperie, donde no existen reflexiones de sonido de paredes o techo. Hoy en día, pasamos el 90% de nuestro tiempo entre cuatro paredes y estamos por lo tanto expuestos a un comportamiento sonoro para el cual nuestro sistema auditivo no fue “diseñado”. Un buen acondicionamiento acústico será aquel que sea capaz de reproducir o imitar el ambiente exterior en nuestros edificios. Así, es importante instalar un “cielo” acústico (en forma de un techo absorbente clase A que cumpla con requisitos de higiene y mantenimiento) y unas “paredes laterales abiertas” para que el sonido escape hacia los lados (mediante paneles absorbentes de pared), para así bajar la reverberación y los niveles generales de ruido, mejorar la claridad de la palabra y reducir la propagación del sonido. Solo de este modo podremos proporcionar confort acústico a las personas (personal y pacientes) que estén en el interior de las instalaciones sanitarias que diseñamos. Los diseños con buen acondicionamiento acústico y luz y ventilación natural apropiada ayudan a crear una atmósfera terapéutica positiva.
En resumen, la acústica es un factor clave para las actividades que se llevan a cabo dentro de los espacios de diagnóstico dentro de los hospitales. El diseño de estos espacios no puede olvidar la acústica si pretende ser efectivo y proporcionar tanto un buen ambiente de trabajo para el personal sanitario como de recuperación para los pacientes.