Finalista de los Premios FAD 2014, esta ampliación sobre la casa principal de los padres del arquitecto en l'Escala (Girona), nos muestra una arquitectura sencilla, adaptada a su entorno y pensada para crear una experiencia humana inolvidable. Carlos Ferrater narra esta vez una historia con sabor a mar.
Sobre la pequeña casa entre medianeras, construida por los padres del arquitecto en los años 60, y siguiendo el planteamiento elaborado por los arquitectos Español y Hereu, se realiza una remonta, tratándola programáticamente como una ampliación de la casa rehabilitada en 2012 o como una unidad independiente de fin de semana.
El único espacio con altillo destinado a dormitorio, aprovechando la altura que permiten la sección y la inclinación de la cubierta, acoje una pequeña sala-estar-comedor-office y baño, que permite su uso como elemento independiente dentro de la vivienda.
La cubierta de teja, tal y como marcaban las directrices urbanísticas, se alabea para permitir la horizontalidad de la cumbrera debido a la geometría de la parcela.
La verdadera ventana la constituyen el gran vidrio retirado hacia el interior, construyendo el pequeño espacio intermedio de terraza, dejando que sea una perforación del muro de fachada la que encuadre la vista a levante hacia el Golf de les Roses.
Sentados en el interior, el perfil de vidrio de la barandilla exenta, coincide con la línea del horizonte ylos altos cortinajes otorgan la condición escenográfica del paisaje como argumento.
Este edificio, adición sobre lo construido, se resuelve como una arquitectura sin pretensiones y expresamente neutra, contenida, capaz de decir lo justo y necesario dialogando sin violencia con su entorno próximo, y siendo a la vez una muestra del desafío y el compromiso propios del autor.
Más información del proyecto en la página web de OAB o en la nueva sede del FAD, el Disseny Hub Barcelona de la capital catalana.