Diseñado por Zooco Estudio, el nuevo restaurante de La Maruca dibuja un club náutico en el corazón de la capital recreando ambientes donde se percibe constantemente el mar aunque no se vea invitando al visitante al paseo y la observación
Si en otros tiempos la ciudad de Madrid tuvo playa - a orillas del Manzanares y a diez minutos en autobús desde la Puerta del Sol -, hoy el nuevo restaurante de La Maruca dibuja un club náutico en pleno corazón de la capital, homenajeando a grandes joyas racionalistas de la arquitectura de Santander, tales como la Escuela de Vela “Isla de Torre” o su Real Club Marítimo.
Espacio náutico
Mediante un proceso de abstracción el proyecto juega con el dualismo exterior-interior recreando ambientes abiertos en los que se percibe el mar pero no se le ve. Gracias al uso de cintas o bandas se moldea la volumetría interior expresada mediante múltiples fachadas, curvas y amables, invitando al visitante al paseo y a la observación como una suerte de romería a través de imágenes paisajísticas y costumbristas de la ciudad cántabra.
Curvas y bandas
La materialidad del proyecto se relaciona estrechamente con su carácter litoral y marino: madera náutica de teca con junta negra a base de polímeros, usada en las cubiertas de los barcos, como pavimento en zonas de paso; micro terrazo claro con minerales en colores tierra para suelos en ambientes de sala; cemento pulido blanco como acabado de todos los volúmenes que conforman el edificio interior; tablillas de madera de teca en todos los elementos verticales del proyecto y, por último, techos lisos blancos que aportan un grado muy alto de absorción acústica.
Materialidad
Cabe destacar el tratamiento interior de las cintas y volúmenes que conforman el edificio. Se ha realizado mediante piezas cerámicas blancas mate con formato 5 x 40 cm, modelo Equipe Evolution. La extremada esbeltez de la pieza y la colocación vertical de la misma nos permite una perfecta adaptación del revestimiento a los perfiles curvos de los múltiples volúmenes, aportando una textura con carácter.
Ambientación
Cabe destacar también que gracias a un cuidadoso estudio de las líneas horizontales del proyecto se establece un orden nítido que ayuda a la armonización del proyecto y a la comprensión del espacio.
Textura y carácter
Otro elemento muy característico del proyecto son sus baños, elevados sobre una estructura que traspasa los límites del local e irrumpe en su terraza exterior, a modo de embarcadero. Constituyendo un elemento muy reconocible que impregna de carácter a ese espacio exterior. Los baños – o camarotes – se diseñan mediante dos únicos elementos, aptos ambos para el revestimiento de arquitecturas orgánicas y suaves: tablillas de madera de teca y un zócalo de piezas semicirculares cerámicas de misma anchura que las tablillas, del modelo Dynamic Arch de Natucer, 15 x 30 cm.
Vista de los baños
La envolvente del restaurante, gracias a las 4 orientaciones del local, es 360º. Grandes vidrios fijos a modo de caja transparente potencian la mayor permeabilidad posible y favorecen la observación clara y nítida de los volúmenes interiores desde la totalidad de su entorno urbano. También gracias a un sistema integral de correderas de madera el local puede disponer de diferentes grados de privacidad y de protección solar.
Permeabilidad e intimidad
Relación entre interior y exterior
En el centro del edificio marítimo, a la vista de todos los paseantes de dentro y fuera del local, se sitúa su espectacular cocina vista. A modo de cuarto de máquinas de un barco, se ofrece en su totalidad en un ejercicio de confianza en el equipo y de transparencia hacia el cliente. El acero inoxidable, fiable e inmutable, ejerce de protagonista absoluto.
Vista de la cocina
Zooco Estudio
Fotografías de David Zarzoso