Una pequeña casa de pastoreo convertida en casa de vacaciones en los Alpes, acabados actuales, arquitectura de estilo minimalista y ventanales de suelo a techo son sus principales atractivos.
Construida en 1882 en Sion (Suiza), en medio del campo se utilizaba como vivienda durante la temporada de pastos. En 1980 se amplió con la construcción de otra planta y la transformación del tejado modificando significativamente su aspecto y convirtiéndola en una casa de vacaciones. En el año 2009 empezó el proyecto que terminó en el 2013 con la renovación al completo de la vivienda convirtiéndola en una casa de vacaciones moderna de la mano del estudio de arquitectura Savioz Fabrizzi Architectes.
Su estructura marca diferentes cambios de materiales debido a las diversas ampliaciones que ha sufrido durante el paso de los años, los arquitectos optaron por resaltarlo y dejar a la vista piedra natural, ladrillo y hormigón, como testigos de la historia de la edificación, pintando con un color neutro todo el exterior para resaltar las diferentes texturas.
Interiores amplios y abiertos en la planta baja conjugan diferentes salas en un mismo espacio, como son el salón, el comedor y la cocina, fluye la energía y la comunicación entre ellos mediante una estética común para toda la planta. Hormigón pulido para suelos y techos, madera gris para paredes e incluso algunos de los muebles. Grandes ventanales de acero y aluminio con abertura a 180 grados abren la vivienda y la comunican con el paisaje exterior dejándolos además como huecos de paso. Los tonos grises elegidos para esta planta como para el exterior refuerzan resaltan la fortaleza de los materiales al mismo tiempo que contrastan con el paisaje.
Una cocina realizada completamente en acero inoxidable diseñada por el mismo propietario, dominan los accesorios como cajas de madera oscura manchada en la planta baja que sobresalen sobre el acero. El baño está situado detrás de la pared de la cocina.
El piso superior donde encontramos las habitaciones de hijos y matrimonio tras un pequeño distribuidor que funciona como sala de juegos, al que accedemos mediante una escalera protegida con red de cable negro que sirve a modo de línea de vida. Las paredes de esta planta están completamente forradas con madera de pino sin tratar en cambio el pavimento de madera brilla gracias a las pequeñas ventanas que iluminan la planta. Para la iluminación de las habitaciones, los arquitectos diseñaron cajas de luz que al mismo tiempo pueden utilizarse como bancos o muebles auxiliares.
Superficie: 346 m²
Año: 2013
Arquitectos: Savioz Fabrizzi Architectes
Situación: Sion (Suiza)
Fotógrafo: Christian Grund