The Nolitan, un lugar que permite a huésped y al visitante disfrutar de todas las comodidades en uno de los hoteles con más personalidad de toda Manhattan, donde la forma y los materiales transmiten la elegancia y el lujo.
El hotel Nolitan se encuentra situado en la esquina de las calles Kenmare y Elizabeth, en la parte baja del barrio de Manhattan, una planta trapezoidal con forma bastante limitada con orientación principalmente norte y mucha fachada. Un envoltorio que a pesar de tener bastantes inconvenientes en su diseño, el equipo de arquitectos Grzywinski+Pons no pudo más que aprovechar las oportunidades que estas les brindaban.
Una fachada de magnifico diseño, con grandes acristalamientos que procuran la iluminación natural hacia el interior y que cuando cae la noche iluminan la espectacular silueta del edificio. El diseño de los interiores se ha valorado tanto a nivel estético como a nivel de comunicación sobre la situación del edificio, los arquitectos han prestado especial atención con la conexión entre el barrio y el hotel. Los niveles de las plantas inferiores, espacios realizados con doble altura, han sido rebajados algo más de medio metro por debajo del nivel de la calle, espacios que además siguen la línea del acristalamiento del resto de fachada creando así una percepción abstracta de la calle y del movimiento del tráfico desde el interior del hotel. Los acristalamientos de todo el edificio han sido realizados mediante una combinación de vidrio transparente y vidrio translúcido, permitiendo la privacidad y manteniendo las vistas sin sacrificar la luz del día. En el caso de las habitaciones se ha elegido la colocación de vidrio con bajo contenido de hierro, un tipo de vidrio que con el efecto de la luz incidente crea una iluminación verdosa, la cual fomenta la relajación en el espacio.
En cuanto al resto de materiales y acabados, el equipo de arquitectos ha elegido una gama de materiales básicos y primarios con tratamiento superficial tanto para los exteriores como para los interiores, la mayoría de estos materiales se han aplicado en ambos casos (hormigón vidrio, madera, terracota), su idea es la de que con el tiempo y su uso, estos mismo materiales desarrollen un acabado personal y único en lugar de envejecer y perder su atractivo.
En cuanto a la decoración general del hotel, sobre un paspartú blanco y materiales básicos con acabados naturales en la estructura general del edificio se ha procurado seguir una línea sencilla con influencia industrial y retro, una filosofía que sigue tanto el mobiliario como los accesorios elegidos que valoriza y aumenta la percepción de la calidad del espacio.
© Grzywinski+Pons ©The Nolitan