Las nuevas tecnologías no han dejado de modificar los empleos en los campos de producción y servicios. Pero el siguiente campo ya es el diseño. ¿Podrá la inteligencia artificial aprender a ser creativa?
Las nuevas tecnologías han ido evolucionando progresivamente con nosotros, ocasionando cambios en nuestro modo de trabajar, vivir y relacionarnos. Sin embargo, la progresiva e imparable aceleración de estos cambios nos está dificultando cada vez más, en estos últimos años, la forma de establecer estructuras estables, especialmente en los campos de empleo y economía, ya que el número y tipo de los empleos necesarios, la formación que necesitamos y el salario no dejan de cambiar a cada momento.
Sin embargo, aunque el concepto de las nuevas tecnologías no sea nuevo, en este momento está experimentando un cambio considerable. Tradicionalmente hemos desarrollado nuevas máquinas o programas informáticos destinados reemplazar o acompañar al ser humano en las tareas más repetitivas, en las que una vez establecido el proceso no es necesario un “ente pensante” que esté al mando, como es el caso de las cadenas de producción de automóviles, o las opciones de un cajero automático. Ahora, por primera vez, las nuevas tecnologías están sobrepasando esa barrera y adentrándose en el campo de las decisiones, un hecho que merece un profundo análisis, y que inevitablemente va a afectarnos a todos, entre ellos a los arquitectos.
Imagen de buffaloboy en Freepik.
Adentrándonos en el campo de la arquitectura, las nuevas tecnologías han ido allanándonos el camino progresivamente en los últimos 40 años, y podemos decir que actualmente dependemos de programas informáticos prácticamente para todo: para realizar los planos en 2D o 3D, renderizado, cálculo de mediciones y presupuestos, evaluación energética, redacción de documentos, etc. Esto nos facilita la rapidez y la toma de decisiones, aunque también ha supuesto pérdidas de puestos de trabajo y nos ha obligado a mantenernos en constante actualización tecnológica. Pero, en cualquier caso, estas aplicaciones siempre han sido meros instrumentos a nuestro cargo.
Mathematicks: The Winton Gallery, proyecto de Zaha Hadid Architects. Explicación de la generación del proyecto a través de algoritmos que definen forma geométrica, distribución, flujos, etc. Vídeo de Zaha Hadid Architects.
Si volvemos a la pregunta ¿podrán las máquinas desplazar a los arquitectos en el futuro?, la respuesta más probable es que sí, incluso aunque no sea totalmente. De hecho, ya lo están haciendo. La llegada de la inteligencia artificial, el aprendizaje automático y el diseño generativo proporcionan sistemas globales de que pueden desarrollar un proyecto al completo a partir de las variables establecidas.
Presentación de Higharc en la que se muestra la modificación automática el proyecto en función del ajuste de parámetros. Higharc - Youtube.
Tal es el caso de la startup Higharc, que afirma que la empresa puede “darle la casa que desea sin contratar a un arquitecto”. Esta empresa ha creado una aplicación de diseño de viviendas que permite al posible comprador visualizar, a través de una serie de preferencias, el diseño óptimo para su vivienda. Para ello utilizan un potente software programado para interrelacionar de forma óptima ubicación, tamaño, programa, estética, costes, etc, proporcionando un resultado supuestamente satisfactorio y con documentación lista para construir. Mediante sistemas ya disponibles, como Google Maps para las parcelas, Mapbox para datos del terreno o el International Code Council para códigos de construcción, Higharc recopila información de partida, a la que el cliente puede añadir opciones como el número de habitaciones y su tamaño y disposición. Un algoritmo personalizado relaciona el resultado final con los costes y tiene en cuenta el mercado laboral local, para poder relacionar el proyecto con su presupuesto. Higharc ya tiene casas en construcción y planes de expansión a nuevos mercados.
Algoritmo Finch, que reajusta automáticamente las dimensiones y distribución de los distintos espacios en función de la superficie total. Plataforma Arquitectura (Eric Baldwin).
Aunque parezca de ciencia ficción, el caso de Higharc no es el único. El algoritmo Finch, complemento para Grasshopper, ha sido desarrollado para generar diferentes configuraciones espaciales, por ejemplo, de la distribución de una vivienda, predeterminados en función de la superficie total del espacio. Otros algoritmos similares crear esta distribución en función del número de habitaciones, forma de cada una de ellas y de sus diferentes conexiones. Aunque en una distribución de vivienda no parezca una diferencia significativa, si pensamos en la distribución de un gran centro comercial o un aeropuerto, los arquitectos no podemos competir con esta sistematización. Estudios punteros, como el de Zaha Hadid Architects, ya incorporan día a día sofisticados programas de generación de formas y algoritmos organizativos de parámetros para diseñar sus complejas geometrías, estructurar sus diagramas de usos y formalizar la construcción.
Generative Floorplan Design (Diseño generativo de planta). Martin Stacey - Youtube.
El gigante de Autodesk no se queda atrás con su sistema Dreamcatcher, que permite a los diseñadores obtener una comparativa a partir de los objetivos de diseño, requisitos funcionales, tipo de material, métodos de fabricación, criterios de rendimiento y restricciones de costes. Se extrae una comparativa de las opciones óptimas a partir de las restricciones, y el diseñador elige la opción que prefiere o ajusta los parámetros para afinar el resultado.
Sistema Dreamcatcher de Autodesk. Extraido de Ovacen.
Viendo estos sistemas, podemos pensar que el único cometido que nos queda reservado a los seres humanos es el de la toma de decisiones: crear estas tecnologías, fijar las condiciones de partida del proyecto y decidir, de entre todas las soluciones óptimas que nos propone el programa, cuál es la que preferimos. Esto nos puede hacer pensar que nuestro futuro más cercano pasa por conseguir ser profesionales altamente cualificados y formados para trabajar conjuntamente con la inteligencia artificial, algo que dejaría en desventaja a todas aquellas personas que no tienen las capacidades o la posibilidad de tener estos conocimientos.
Pero, si vamos más allá en el futuro, las cosas pueden ponerse aún más complicadas para los arquitectos, y para todos aquellos que piensan que la creatividad de su trabajo les va a salvar. Aunque aún no ha llegado a la arquitectura, ya hay prototipos de sistemas o máquinas que ya están “aprendiendo a aprender”.
Diagrama de mejora de AlphaGo Zero respecto a las versiones anteriores de AlphaGo. Evolución de su conocimiento por autoaprendizaje. Deepmind.
Por ejemplo, Deepmind, la división de Google que trabaja en inteligencia artificial, creó una máquina llamada AlphaGo Zero para vencer al campeón mundial de Go, un juego ancestral de estrategia chino. A diferencia de sus predecesoras, esta máquina recibió únicamente la programación de las reglas del juego, y se diseñó para que a base de jugar contra sí misma diseñara sus propias estrategias, alcanzando un nivel insuperable en el juego. Esta técnica llamada “aprendizaje automático” (machine learning o ML en inglés), cambia el modo de aprender de la máquina, que pasa de obtener el conocimiento del ser humano a obtenerlo de su propia experiencia, dejando al ser humano definitivamente fuera de la ecuación.
Si en el futuro muy lejano, la inteligencia artificial tiene el poder de seguir aprendiendo por sí misma hasta límites insospechados, podrá aprender a fijar las condiciones de partida de un proyecto, tomar decisiones, e incluso fijar los patrones estéticos que sean tendencia en cada momento. Podrá asumir todas las funciones que hasta ahora considerábamos específicamente humanas: la creatividad, la iniciativa, la decisión, el gusto estético, la empatía con el cliente… y lo hará de una forma mucho más eficiente que nosotros. Si ese llegara a ser el caso, ¿qué futuro nos espera a los arquitectos?
Imágenes extraidas de Zaha Hadid Architects, Freepik, Plataforma Arquitectura, Deepmind, Ovacen.
Vídeos extraidos de Zaha Hadid Architects, Higharc (Youtube), Martin Stacey (Youtube).