El jurado de la 12ª Edición del Premio ha escogido como ganador, dentro de la categoría de Frentes Marítimos, el proyecto del acondicionamiento del borde portuario de Porto do Son en A Coruña, de CREUSeCARRASCO y RVR arquitectos, destacando su labor integradora y la protección del frente marítimo
El Premio Europeo del Espacio Público Urbano trata de un certamen bienal que reconoce y difunde las mejores intervenciones de todo tipo de obras de creación, transformación o mejora de espacios públicos en las ciudades europeas.
La 12ª edición del Premio Europeo del Espacio Público Urbano ha anunciado sus ganadores teniendo lugar la ceremonia oficial de entrega de premios en el CCCB de Barcelona.
El jurado ha concedido el premio en la categoría de Frentes Marítimos al proyecto de reurbanización, mejora y acondicionamiento del borde portuario y playa de Porto do Son, municipio de A Coruña, de los estudios CREUSeCARRASCO y RVR arquitectos.
Planta general
El jurado ha valorado especialmente la solución del proyecto ante la mala convivencia que existía entre los usos portuarios, edificaciones urbanas y el mar. Así como su éxito en conectar la arquitectura y defensas frente al mar dentro del tejido urbano, dotando de infraestructuras al paseo marítimo y restaurando los sistemas naturales en riesgo.
Vista del frente marítimo
El proyecto parte del entendimiento de la configuración urbana peculiar existente que expresa esa relación intensa con el mar y la actividad pesquera que marcan el carácter e identidad de esta villa marinera que la construcción de salazones, astilleros de goletas o los característicos secaderos de redes y pescado han mostrado a lo largo del tiempo.
Esquema de diseño
El trazado del vial, que desde los años 30-40 discurre pegado a las edificaciones de la fachada marítima, se convirtió en uno de los accesos principales al casco urbano de Porto do Son y al propio puerto. Esta actuación implementará importantes cambios en forma de rellenos y nuevos edificios que terminará consolidando una planificación bajo la lógica de la infraestructura portuaria que no tendrá en cuenta la configuración urbana, perdiéndose la identidad del antiguo Puerto, apareciendo altos bloques de vivienda y, sobre todo, dominando la presencia del coche, condicionando y acaparando gran parte del espacio urbano en estos años.
Esta difícil convivencia entre tráficos portuarios y ciudadanos, el aparcamiento masivo o la creciente actividad comercial y de estancia en este lugar emblemático de 25.843 m2, ha motivado plantear su transformación, integrando diferentes expectativas del frente urbano y portuario de Porto do Son. Los objetivos tratan de ordenar el acceso y separar el vial principal de la fachada, generando un gran espacio público, verde y pavimentado, que recupera la relación entre el casco histórico y el puerto.
Renaturalización
Antiguos y nuevos lugares ponen en valor un proceso de intercambio con lecturas más allá de la estricta resolución funcional. O Cruceiro se presenta recuperado como espacio de entrada y sugerido como mirador arbolado. El muro de contención se aprovecha como paseo con prefabricados. También destaca la renaturalización de la playa con la implantación de un sistema de dunas controlado con vegetación autóctona. Actuando como elemento de transición entre el parque y la playa.
Playa recuperada y sistema de dunas
La urbanización se constituye como pauta. Pavimento y arbolado permiten interpretar usos y abrir el significado del espacio. El hormigón desbastado, piedra y tierra, comprenden texturas que extienden las calles del interior del núcleo hasta el mar. Cerca del mercado, una estructura de postes y vigas de madera devuelve la memoria de los secadoiros de redes.
Memoria de los secadoiros de redes y vista del embarcadero
También dos grandes superficies complementarias para la Fiesta: una libre, piedra; y otra arbolada, tierra. En la zona final aparece la edificación para el nuevo Club Náutico. La forma del edificio aprovecha el espaldón como pared y le da fin, creando un mirador hacia Monte Louro.
Edificación del Club Náutico
Suponiendo este proyecto una intervención que equilibra espacios públicos con muy diferentes grados de urbanidad respetando un entorno costero en constante evolución.
Integración entre mar y ciudad
También cabe destacar que dentro de la categoría General el proyecto ganador ha sido el Parque en la Colina del Levantamiento de Varsovia, de los estudios topoScape y Archigrest. El jurado ha destacado la forma en la que el proyecto integra y conecta la memoria y el lugar sirviéndose de la intervención para revitalizar y mejorar la ciudad.
Entre los finalistas se encuentra el proyecto del Paseo de la Boca de la Mina en Reus, del estudio Batlleiroig, dentro de la categoría general. Así como el proyecto del Paseo Marítimo de Palamós, del estudio Martí Franch Arquitectura del Paisatge, y el proyecto del Parque Marítimo de Rimini de Benedetta Tagliabue, dentro de la categoría de Frentes Marítimos.
Creus e Carrasco arquitectos, RVR arquitectos
Fotografías de Luis Díaz Díaz