La dificultad de los jóvenes para alcanzar la oportunidad del “volar del nido” y alcanzar la independencia respecto del núcleo familiar es algo que afecta a nivel global. Sin embargo, propuestas como este Quarter Village diseñado por el equipo de INARO en la ciudad de Jyväskylä es una oportunidad única que muchos estudiantes han decidido aprovechar
Vista de los bloques desde la calle principal en la que se ubican
Son muchos los jóvenes, finlandeses y también de otros países del mundo, que se desplazan de manera anual a la ciudad de Jyväskylä para cursar sus estudios universitarios. Jóvenes que, como cabe esperar, buscan un cobijo que les permita experimentar los primeros pasos en la tan ansiada independencia respecto del núcleo familiar. El proyecto Quarter Village de INARO, diseñado tras vencer en concurso público y finalizado en el año 2023, es un claro ejemplo de adecuar los espacios residenciales y comunales a las necesidades de una población cuyo ritmo vital se antoja diferente al de una familia convencional.
Maqueta del conjunto completo de la manzana de Quarter Village
Estamos acostumbrados a divisar grandes bloques residenciales que se entienden como una masa conjunta, uniforme y hermética que vuelcan su vida hacia el interior. Sin embargo, la ambición de este proyecto radica en mimetizarse con su entorno más próximo a la vez que disimula su gran escala.
Es por ello que se entiende como un conjunto dividido a nivel espacial pero no visual, en el que toda la manzana guarda una armonía y unas características conjuntas que lo unifican, pero a su vez el diseño de las diferentes unidades que lo componen y la separación de los espacios intermedios genera una conexión directa entre las zonas verdes interiores del conjunto y la calle, suscitando una permeabilidad que pocas veces solemos encontrarnos en proyectos residenciales de escala similar.
Permeabilidad entre los diferentes bloques que permite el paso a través del conjunto
A nivel visual, la materialidad se muestra equivalente en todo el conjunto, pero observando de manera cercana, se puede percibir la sutil variedad de los materiales empleados. Tres tipos de ladrillos diferentes y dos tipos de terminaciones empleadas en el rejuntado se suman a la variedad de huecos empleados, los cuales han sido cuidadosamente estudiados para dar una versatilidad a la fachada sin romper la relación con los edificios del entorno próximo.
Vista de los diferentes acabados de fachada, huecos y rejuntados empleados en la construcción
Independientemente del ángulo desde el que te aproximes al conjunto, los edificios parecen diferentes gracias a las pequeñas protrusiones y variedades empleadas en el diseño y macla de los mismos, juego que a su ver permite formar y relaciones entre ellos que dan lugar a pequeñas plazas generadas en los espacios intersticiales del conjunto. De este modo, y a pesar de tratarse de un clima frío por su posición tan próxima al norte de la tierra, los espacios intermedios y el gran patio central han sido diseñados en base a la vegetación, generando un conjunto apacible y agradable que invita tanto a estudiantes como a la gente del entorno próximo a disfrutar del espacio diseñado por INARO para ser ofrecido a la ciudad.
Jardines y zonas verdes generadas en el espacio interior del conjunto
A nivel interno, el diseño de los bloques se centra en la Comunidad. La base del pensamiento del equipo durante el desarrollo del proyecto ha estado guiada por la vida y la celebración de la misma que ofrecen los estudiantes todos y cada uno de los días del año, volcando de este modo la vitalidad y el sentido de unidad y comunidad a través de las formas, la composición de espacios interiores y el juego de colores. Puntos de encuentro, zonas comunes y espacios estanciales intermedios han jugado un rol fundamental en el diseño desde su concepción hasta la finalización de su construcción.
Zonas de paso y conexiones verticales del interior del edificio
Zonas comunes para estudio y reunión de los estudiantes de la residencia
Los apartamentos están divididos en dos tipos, el estudio y los pequeños apartamentos de dos dormitorios, todos ellos luminosos, de altos techos y acabados claros y en madera que favorecen la sensación de recogimiento y confort al mismo tiempo que se adaptan a las diferentes necesidades de cada uno de los estudiantes que acuden a esta residencia.
Espacios interiores de los apartamentos diseñados para el proyecto
En definitiva, podemos concluir que el proyecto Quarter Village es una puerta hacia la futura independencia de sus integrantes que se basa en la diversidad y el confort de los que lo habitan, generando una sensación de comunidad en un espacio único a nivel de ciudad.
Fotografías de Marc Goodwin (archmospheres) y Mika Huisman (decopic)