Fuera de la sombra de su esposo, Ray Eames redefinió lo que en diseño es bueno, muy bueno, y “Eames", lo que revolucionaría no solo esta disciplina sino el rol de la mujer en las artes
Marie Curie y su esposo, Pierre, se unieron a través de un amor compartido por la ciencia y la investigación. La descomunal pareja Simone de Beauvoir y Jean-Paul Sartre, contribuyeron a la filosofía, la literatura y la teoría política moderna. Los Eames, la pareja más influyente en el diseño norteamericano del siglo XX, demostraron que el buen diseño no es estilo, es un legado de problemas bella e inteligentemente resueltos. Charles y Ray Eames fueron considerados vanguardista y progresivos, aunque también - paradójicamente- como una pareja tradicional; el hombre a la cabeza y la mujer como extensión. Por esta razón, a pesar de haber pasado más de 70 años desde su introducción a la historia del diseño y la arquitectura, es imperativo hablar sobre Ray como artista, diseñadora y núcleo del trabajo de los Eames, no como la “esposa asistente”.
Ray Eames: "El arte reside en la cualidad de ’hacer’, el proceso no es mágico"
Bernice Alexandra Kaiser, o Ray como lo fue su apodo, estudió pintura abstracta con Hans Hofmann entre 1933 y 1939 en Nueva York, y durante esta época también participó activamente en el American Abstract Artists, un grupo activista que protestaba en las galerías que se negaban a mostrar arte no figurativo. En 1940 inició sus estudios de arquitectura en la Cranbook Academy of Art en Míchigan, donde conoció a Charles Eames, en ese momento jefe del departamento de diseño industrial, que estaba casado y tenía una hija, Lucia Eames, artista y diseñadora gráfica quien se convertiría luego en la fundadora de la Fundación Eames.
Pasado un semestre las cartas iban y venían, y al año siguiente Charles y Ray decidieron hacer una vida nueva en la natal California de Ray. A pesar de no conocer a nadie en Los Ángeles, rápidamente hicieron conexiones; una de estas fue Richard Neutra, quien encontró un hogar para los dos en sus Strathmore Apartments recién construidos, la génesis de la Oficina Eames. Mientras experimentaban dentro de este espacio, perfeccionaron su oficio y su profundo amor y admiración mutua como socios en los negocios y en la vida.
Aunque la creatividad de la pareja está reconocida, Ray a menudo es omitida de la autoría de la obra común. Gracias su formación como artista abstracta y su sentido para la forma y el color, fue la responsable de lo que se reconoce como el “aspecto” Eames. Este atributo marcó la diferencia entre “bueno, muy bueno y “Eames”. Además de la oficina Eames, Ray diseñó varias portadas para la revista Arts & Architecture de 1942 a 1948, y contribuyó a los anuncios de los muebles para Herman Miller, entre estos, la icónica silla Eames Lounge Chair and Ottoman, y la Eames Loose. Hoy en día, su trabajo es uno de los más significativos de todos los tiempos en el diseño industrial y arquitectura moderna.
Herman Miller Showroom
Prototipo de la silla de plástico moldeado Eames
Publicidad diseñada por Ray Eames para Herman Miller
Los artículos y documentales sobre los Eames se basan en las declaraciones gnómicas sobre la filosofía del diseño de Charles: “Los detalles no son detalles, ellos forman el diseño”, " El diseño fluye por el aprendizaje, el aprendizaje haciendo ", “Nunca delegues el entendimiento “; para concluir.: "Todo lo que puedo hacer, Ray puede hacerlo mejor". Es claro que Charles Eames, arquitecto y diseñador, definía su trabajo con Ray como "nosotros" y "nuestro", aunque el mundo pareciera realmente no notarlo.
Décadas posteriores a la muerte de Ray en 1988, los críticos del diseño han agudizado cada vez más la división del trabajo por género: Arquitectura y forma para él; color, extravagancia y "decoración" para ella. Casos similares son los de Lee Krasner, quien estuvo casada con Jackson Pollock, pero rara vez es considerada fuera de la sombra de su esposo. También Denise Scott Brown, quien colaboró con el libro "Aprendiendo de Las Vegas” junto a Robert Venturi y Steven Izenour. En 1991 su marido obtuvo el Premio Pritzker, el denominado “Nobel de la arquitectura”, pero el Jurado ignoró la colaboración entre ambos y dejó a Venturi como único homenajeado.
Estas mujeres, sin olvidar muchas otras, además de su trabajo arduo por darle una perspectiva más amplia a un mundo diseñado por hombres, intentaron derribar a través de su trabajo el pedestal del genio masculino, sin sacrificar la identidad de la mujer. Hoy por hoy, la discusión persiste, aunque la única verdad es que la genialidad de los Eames vino tanto como de Charles, como de Ray.
Charles y Ray Eames en una motocicleta. Por Warren Kerkman (ca 1948)
Escrito por Paula Cano desde ESTADOS UNIDOS
Fotografías de Eames Foundation Eames Office Herman Miller
Me gustaría contar con el espacio de vuestra revista para difundir los trabajo de nuestro equipo en materia de accesibilidad cognitiva, neurociencia y arquitectura. Un area de investigaciones y proyectos muy necesaria y muy poco difundida, sobre todo en revistas especializadas. Muchas gracias.