arquitectura_y_empresa_vista_cenital_de_la_capillaDespués de un fuerte sismo y el derrumbe del templo, de nueva cuenta la arquitectura muestra su capacidad de levantar el ánimo de una ciudad y sus habitantes
Jojutla de Juárez es una pequeña ciudad localizada en el estado de Morelos, ubicada a 2 horas al sur de la Ciudad de México y 45 km de Cuernavaca. Siendo una comunidad tranquila obtuvo visibilidad a nivel nacional después de ser una de las poblaciones con mayores afectaciones por el terremoto ocurrido en Septiembre del 2017. Muchas de sus edificaciones (más de 3,000 estructuras) como iglesias, capillas y escuelas resultaron dañadas y con ello la necesidad de la organización de la sociedad y su reconstrucción.
Durante el proceso de reconstrucción participaron diversas fundaciones, organizaciones civiles y gubernamentales y oficinas de arquitectura con distintas intervenciones tanto en edificios como espacios públicos. En el caso de la Capilla de la Santa Cruz, el diseño estuvo a cargo de Taller de Arquitectura X de Alberto Kalach junto con Roberto Silva.
La capilla resultante es un cuerpo monolítico de planta octagonal de concreto entintado compuesto por una cúpula apoyada en 8 columnas triangulares y arcos de medio punto. Con ellos se abre a su alrededor y configura una pequeña plaza pública donde el templo anterior se encontraba.
Mientras que el arco responde a un recurso comúnmente usado en la arquitectura religiosa, el equipo de diseño también lo concibió como una oportunidad de solucionar desde el inicio la seguridad estructural del nuevo templo, evitando así nuevos daños en futuros sismos.
El piso se compone de una variedad de maderas que dibujan una estrella al centro, coincidiendo con la iluminación cenital que proviene del vano en la cúpula. Desde el interior las vistas hacia el exterior ayudan a que el color rojizo del concreto contraste con el cielo azul y el verde de la vegetación, en una localidad donde la mayor parte del año se tiene un clima agradable. De igual forma hay una alusión tanto a las siluetas barrocas de muchas comunidades cercanas, como a la cultura del concreto y la arquitectura brutalista y de materiales aparentes que predomina en la zona.
La capilla fue una de las variadas obras que conviven dentro de un Plan Maestro de reconstrucción que incluyeron a otras oficinas mexicanas de arquitectura como Dellekamp y MMX, reunidas a su vez por la fundación Hogares y su director Eduardo Rivera. Jojutla, después del haber sido escenario de desastre, ahora es identificada como una ciudad con una colección de obras de arquitectura con alto valor y perspectiva social, lo que también ayuda a levantar la moral de sus habitantes.
La arquitectura mexicana ha estado históricamente influida por los movimientos sísmicos de vez en cuando recuerdan las características territoriales sobre las que se asienta. Los planes de reconstrucción a desastres no son algo extraño en México y la experiencia adquirida desde 1985 en la inclusión de lo telúrico en la arquitectura no sólo a nivel de construcción sino de poética y expresividad sin duda forman parte de su identidad.
TAX Taller de Arquitectura / Alberto Kalach
Fotografías de Jaime Navarro
