Fortuny, junto con Alventosa Morell, diseña un edificio que transforma los saberes y materiales de la isla en una arquitectura sostenible que dialoga con el entorno y refuerza la identidad local
Fachada de las viviendas
Ubicado en Puigpunyent, Mallorca, este proyecto impulsado por el IBAVI (Instituto Balear de la Vivienda) propone un edificio diseñado con criterios de sostenibilidad, eficiencia energética y respeto al entorno natural. Para ello, el proyecto se desarrolla a partir de un modelo de economía local que recupera oficios, sistemas constructivos y estrategias pasivas propias de la cultura insular vernácula.

Cerramientos en detalle
Con dos plantas y una cubierta a dos aguas, el edificio se distribuye en seis viviendas, cuatro en planta baja y dos en planta alta. Las unidades ubicadas en planta baja tienen una habitación y acceso a un espacio exterior privado, mientras que las viviendas en planta alta acomodan dos habitaciones y se abren, cada una, a su propia terraza exterior. Se proponen espacios abiertos, flexibles, y adaptables en uso que se relacionan entre si de forma directa, con la cocina como espacio central. Esta distribución es el resultado de la suma de tres crujías estructurales.

Materialidad local
La materialidad del edificio responde a su entorno, utilizando materiales y estrategias locales. Las fachadas de ciclópeo de cal incorporan las piedras y tierra de la propia excavación. Las particiones son de cerámica de la isla, rellenas de arena sobrante de cantera local y acabadas con arcilla y paja. Los forjados y carpinterías son de madera FSC. Los pavimentos interiores de cal local, los pavimentos exteriores, los alicatados y las tejas también fueron obtenidos en las cercanías.

Espacio interior de las viviendas
El edificio está diseñado estratégicamente para obtener la máxima captación solar en invierno y reducir la demanda de refrigeración en verano, incorporando ventilación cruzada, protección solar, gran inercia térmica en suelos y paredes e higroscopia y transpirabilidad reguladoras de la humedad. La cubierta tipo “trombe” es un elemento clave captador en invierno y ventilado en verano, regulando la temperatura y eliminando así los sistemas activos. Finalmente los patios privados funcionan como elementos de control y filtraje del usuario para la ventilación de las viviendas.

Vista de la fachada lateral
Con un consumo energético casi nulo (1.7 kWh/m²·año, NZEB), el proyecto reduce las emisiones de CO₂ en un 50%, mientras que los criterios de circularidad suponen una reducción de residuos del 60%. Además, se ha tenido la conciencia de construir sistemas donde los materiales puedan ser separados en caso de demolición para su reutilización. El Análisis del Ciclo de vida demuestra un bajo coste de CO2 en construcción (230 Kg Co2/m2), lo cual supone una reducción del 50% frente construcciones convencionales

Esquemas comportamiento bioclimático
El resultando es un conjunto de viviendas que reduce su impacto en el entorno, al mismo tiempo que refuerza la economía local y promueve la regeneración territorial. Incorporando materiales y técnicas vernáculas, Ses Veles Puigpunyent propone una arquitectura en diálogo con la cultura insular, combinando innovación técnica y responsabilidad ambiental.

Vista desde el jardín
El proyecto fue seleccionado como uno de los 18 Finalistas de los Premios AyE 2024
Joan Fortuny & Alventosa Morell
Fotografías de José Hevia
Ses Veles Puigpunyent: Vivienda Social en Mallorca









