El Starbucks Reserve Roastery de Tokio es una de las cinco cafeterías Starbucks Premium en el mundo. Seattle inaugurado en el 2014, Shanghai, Milán y el más reciente el de Nueva York, son las otras cuatro capitales restantes de este grupo que componen el quinteto de los Starbucks Reserve Roastery. A diferencia de los cafés típicos de la marca, estas tostadoras a gran escala ofrecen una experiencia de primera calidad, dando a los visitantes la oportunidad de degustar bebidas cafeinadas exclusivas y diferentes.
El arquitecto japonés Kengo Kuma colabora de nuevo con Starbucks para el diseño de esta exclusiva cafetería, un espacio único con techos creados como si de origami se tratase y senderos de flores de cerezo, flore de Sakura, diseñados para ofrecer a los clientes una experiencia más teatral y haciendo referencia a dos de los grandes elementos culturales del país.
Este nuevo espacio Starbucks de Tokio se encuentra ubicado en Nakameguro, está destinado a hacer referencia al paisaje y la artesanía tradicional de Japón, tanto en sus interiores como en la fachada de la edificación.
Kengo Kuma diseñó el edificio de cuatro pisos, una estructura con voladizos de madera que sobresalen de su fachada para acomodar terrazas con increíbles vistas. Aunque todo el espacio se rige bajo los parámetros el diseño de Kengo Kuma, Liz Muller, directora de diseño de Starbucks, fue la responsable del acondicionamiento interior.
Un enorme barril de café de cobre ancla la entrada del lugar, extendiéndose hacia arriba a través de las cuatro plantas del edificio. Midiendo 16 metros de altura, el volumen cilíndrico tiene una superficie moteada creada por un proceso llamado ‘tsuchime’ mediante un pequeño martillo con el que se crean las muescas.
El cobre también se utilizó para crear cientos de flores de Sakura, imitando las que aparecen a lo largo del río Meguro cada primavera. Estas cuelgan directamente en frente del barril en finos trozos de cuerda, por lo que aparentan estar flotando en el aire.
El diseño de la planta baja es de planta abierta, un concepto de diseño que consigue atraer a los clientes a una experiencia inmersiva. Una zona de degustación y descanso con mesas y sillas junto a una pequeña área de venta minorista de productos de Starbucks y una panadería, que sirve delicias italianas como focaccia y cornetti, son los espacios que completan la planta.
El pavimento y las paredes del espacio destacan gracias a un color gris pizarra, mientras que el techo está forrado con bloques triangulares de madera rayada, destinados a recordar el aspecto del papel plegado en origami.
La primera planta está dedicada a los tés japoneses, mientras que el segundo piso alberga un bar de cócteles que sirve bebidas con infusión de alcohol, como los espresso martinis. En cambio, la cuarta planta contiene una sala de estar de gran tamaño llamada Amu, el término japonés para "tejer juntos", que se puede usar para eventos y charlas de la comunidad. Eventualmente, este nivel se usará como un espacio de capacitación para aquellos que buscan ingresar a profesiones relacionadas con el café.
Fotografía, Kentaro Matsumoto y Matthew Glac.