Fotografía de Carlos VélezLa Casa los Andes, ubicada en el Cauca, es un ejemplo de sostenibilidad y diseño, pues les permite a los usuarios el goce de espacios versátiles y acogedores, en donde pueden estar constantemente en conexión con la naturaleza, implementando estrategias verdes para garantizar el confort. Es la exploración de una arquitectura que no busca ser protagonista, sino por el contrario relacionarse simbióticamente con el entorno
Inspira la arquitectura que parece dejarse dominar por la naturaleza. Espacios llenos de vegetación, la cual sin duda es la protagonista del conjunto, motivan el alma. Laura Soto y Eduardo Ochoa, con su firma Hilada Arquitectos, desarrollan una serie de proyectos en los cuales el verde y lo orgánico predomina, como lo es por ejemplo la Casa los Andes, ubicada en un terreno de 800 metros cuadrados en Santander de Quilichao, Cauca.
Esta casa de 300 metros cuadrados, construida en el 2020, demuestra sin duda alguna la exploración de una arquitectura que no busca ser protagonista, sino por el contrario relacionarse simbióticamente con el entorno, y para ello utilizan diferentes estrategias de diseño, como por ejemplo, el color neutro en toda la edificación que permite resaltar el verde de la vegetación, el uso de materiales orgánicos en la construcción y el mobiliario -que emplea una gran cantidad de fibras naturales y tejidos-, las geometrías limpias en los espacios, el uso repetido de patios, y la horizontalidad del proyecto -diseño de una planta-.
El control de la temperatura en un clima que alcanza más de 30 grados centígrados es fundamental. Los arquitectos deciden el uso de aleros, altura libre, ventilación cruzada -por medio de ventanas y puertas enfrentadas- y patios interiores como estrategias de control climático. Los muros que delimitan estos patios son tejidos en ladrillo, generando unas celosías que permiten la ventilación y luz natural y a su vez controlan el deslumbramiento solar.
Desde el acceso, el usuario puede apreciar por medio de un generoso corredor -de más de dos metros de ancho- el paisaje posterior de la casa, el cual incluye pradera, árboles y un imponente lago, que a su vez se convierte en el eje de diseño de toda la construcción. El gran pasillo divide la casa en dos costados y remata en la zona social, abierta hacia la piscina y el entorno, que incluye la cocina– sólo cerrada en la alacena y la nevera-, el comedor y la sala. Esta continuidad, genera una percepción de una carencia de límites entre el interior y el exterior, creando una conexión constante, la cual puede ser interrumpida por medio de los paneles móviles plegables ubicados tanto al norte como al sur del área. Lo anterior, permite el uso de un mismo proyecto con diversidad, consintiendo diferentes dinámicas y apreciaciones del espacio.
Desde el ingreso, la naturaleza se convierte en la principal atracción de muchos espacios, incluyendo patios, la habitación principal, las zonas sociales y algunos baños. En el costado occidental del hall se encuentra la zona de parqueo, tres habitaciones para huéspedes -con una capacidad total de 12 personas-, un patio, y la piscina junto con su baño auxiliar. Por su parte, el costado oriental alberga la zona de ropas, la habitación de servicio, un gran patio con hamacas, y la amplia habitación principal.
La Casa los Andes es un ejemplo de sostenibilidad y diseño, pues les permite a los usuarios el goce de espacios versátiles y acogedores, en donde pueden estar constantemente en conexión con la naturaleza, implementando estrategias verdes para garantizar el confort. Se demuestra una vez más que una correcta relación con el entorno y el darle el protagonismo a la vegetación genera resultados de muy alta calidad arquitectónica.
Escrito por María Carla Flórez Jiménez desde BOGOTÁ D.C.
Fotografías de Carlos Vélez
