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Terror detrás de las paredes

Muchos son los sitios considerados embrujados por su actividad paranormal y criminal. Lo que poco se conoce es que estos son en sí mismos auténticas escenas de terror por su arquitectura

Terror detrás de las paredesExtractos de las películas Psyco y The shining. Planimetría del The Murder Castle

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Muchos son los sitios considerados embrujados por su actividad paranormal y criminal. Lo que poco se conoce es que estos son en sí mismos auténticas escenas de terror por su arquitectura


Poltergeist, Psyco, El Resplandor, y Suspiria son entre tantos clásicos del terror, tramas desarrollas en lugares específicos en donde la locación es uno de los protagonistas. Estos espacios son el mapa de la ansiedad, los miedos y el terror de los personajes, y son contenedores de lo paranormal o fantasiosos. Estas piezas de terror conectan con el espectador ya que son recintos de uso frecuente: Hoteles, casas, escuelas, entre otros, por lo que logran tocar el subconsciente para generar misterio y miedo. Ya decía Hitchcock que no hay mayor miedo que el que genera una puerta cerrada.



Existen centenares de lugares denominados encantados o malditos por las situaciones macabras ocurridas allí. Sin embargo, otros sitios sin necesidad de estar impregnados por fantasias o situaciones inexplicables ofrecen experiencias aterradoras por si solas. Características espaciales como la luz, la escala y la técnica son los encargados de generar tensión y autenticas escenas de terror.



Los siguientes 5 sitios son conocidos por ser parte de la lista de los edificios más embrujados en los Estados Unidos y del mundo. Lo que poco se conoce es que estos edificios en sí mismos son aterradores porque despiertan miedo por su arquitectura:



El Castillo de la muerte: El Hotel World's Fair. Chicago, Illinois



Ilustración del Murder Castle

Corte fugado del Murder Castle según planimetría. Ilustración de Carden Illustration



H.H. Holmes es reconocido como el primer asesino serial en los Estados Unidos. Farmacéutico de profesión y timador, logró amasar una fortuna considerable que le permitió construir el World's Fair Hotel, o más conocido el Castillo de la muerte. En la construcción pasaron centenares de contratistas por lo que ninguno tenía récord de la obra completa y mucho menos hubo planes finales. Esto con el fin de cubrir las verdades razones del hotel: El World's Fair fue diseñado para asesinar.



Este edificio de 3 plantas y 100 habitaciones fue construido durante la feria mundial de Chicago en 1893. Holmes recibía sólo mujeres jóvenes visitantes, mujeres que desconocían la ciudad y viajaban solas, una estrategia para atraer victimas fáciles, entre otras preferencias personales.



Mientras que en la planta baja se situaban negocios para dar impresión de que el hotel era de alto nivel, la distribución de las demás plantas era toda una incógnita. En los pisos superiores había múltiples escaleras que no llevaban a ninguna parte, falsas paredes, habitaciones secretas, mirillas para espiar los huéspedes-víctimas o laberintos de los que solo alguien que conociese el hotel como Holmes, podría escapar. Además, los pasillos estaban llenos de trampas que iban desde paredes que se cerraban aplastando a sus víctimas, pasando por trampas que al ser pisadas accionaban disparos. El hotel tenía un sofisticado sistema de red de gas controlado desde áreas no permitidas por los huéspedes: Los cuartos eran transformados en verdaderas cámaras de gas, esto para adormilar a las víctimas y a posteriori asesinarlas. El sistema eléctrico también era controlado desde el estudio del propietario en el tercer piso, esto para dejar a oscuras ciertas áreas del hotel y así trazar la cacería.



Las habitaciones secretas eran un museo de la tortura. Las víctimas eran asesinadas de forma macabra, tal como colgándolas de los pies y metiéndolas en tanques de ácido o atándolas a máquinas para después triturarlas. Un montacargas y dos toboganes servían para bajar los cuerpos y restos y después incinerarlos o disolverlos.



El sótano estaba rodeado de una gruesa capa rocosa que era tanto estructural como aislante sonoro y olfativo. Esto permitió mantener en secreto los gritos o hedores. En el allanamiento del hotel por parte de las autoridades, fueron encontradas mesas de disección, un crematorio y elementos de cirugía.



Holmes fue culpado por 10 asesinatos. El confirmó 27. Sin embargo, según fuentes y peritos de la época, pudieron ser más de 200 victimas las que perecieron en el juego macabro del hotel de H.H Holmes.



Luego de la ejecución del asesino, el hotel pereció en llamas y sobre este, una oficina de postal fue construida en 1938. Muchos afirman que en esa zona y dentro de la oficina hay una alta actividad paranormal tan como voces y sombras.



Taller de la imaginación: Mansión Winchester. San Jose, California



Fotografía de la mansión antes del terremoto de SF

Fotografía de la mansión antes del terremoto en la bahía de San Francisco en 1906



Según la leyenda, Sarah Winchester, viuda del propietario de una de las empresas más grandes en fabricación de armas, diseñó la mansión, para evadir las almas en pena de todos los asesinados por las armas de su exmarido durante la guerra de Secesión.



El resultado fue una imponente mansión de cuatro plantas, 161 habitaciones contadas hasta el momento, 467 puertas, 47 chimeneas, dos salones de baile, 10.000 paneles de vidrio, seis cocinas, 40 escaleras, 52 tragaluces, dos sótanos y tres ascensores. La casa estaba llena de peculiaridades, desde escaleras que no llevaban a ningún parte, habitaciones secretas o puertas tras las cuales sólo había una pared o el vacío.



Fotografía interior y posible planimetría de la mansión Winchester

Fotografía interior de puerta que da al vacio. Posible planimetría de la mansión



Decenas de carpinteros trabajaron durante 38 años las veinticuatro horas del día para construirla. La señora Winchester pensaba que manteniendo la casa en permanente construcción ningún fantasma podría instalarse en ella. Por superstición, el número trece fue una obsesión, repetido en el número de cúpulas del invernadero, en los paneles de cristal de las ventanas y en las paredes de madera. Muchos tramos de escaleras tenían trece peldaños y el número de candelabros que estaban colgados en algunas habitaciones también sumaban trece.



Unos años antes de la muerte de Sarah Winchester, un artículo periodístico titulado "El taller de una mujer arquitecto", defendió la mansión: "Quizá no sean más de una docena las personas en California que saben que la señora Winchester es una música con un gran talento para la composición. Que es una notable empresaria; que si se conociera su filantropía sería admirada en todo el país; que es una arquitecta con todas las de la ley y conoce las peculiaridades arquitectónicas de todos los países; que su famosa casa de los misterios era un mero taller y su estructura, la mera colección de apuntes que una mujer de una inmensa fortuna tomaba para instruirse a sí misma en la arquitectura de varios países". San Jose Mercury and Herald.



Dejando de lado el componente fantasmagórico, la casa de Sarah Winchester es un laberinto viviente de número total de habitaciones desconocidas, exquisita en su diseño y mobiliario victoriano. La mansión es en la actualidad Monumento Nacional de Estados Unidos y está abierta al público.



Arquitectura de la redención: Eastern State Penitentiary. Philadelphia, Pennsylvania



Fotografía actual de la penitenciaria

Fotografía actual de la penitenciaría después de su remodelación



Uno de los lugares más terroríficos del país por reunir bajo el mismo techo a los criminales más peligrosos a finales del siglo XIX y comienzos del XX fue esta penitenciaría. Este edificio perfeccionó el revolucionario sistema carcelario durante un período de la historia en el que muchos estaban reconsiderando el propósito de las cárceles y las condiciones de los prisioneros. 



De fachada tipo fortaleza militar con el propósito de intimidar y el interior, de aspecto neogótico, para infundir miedo y respeto, este edificio fue pensado como un centro de redención, algo así como una iglesia para delincuentes.



El arquitecto John Haviland encontró inspiración para su plan en las cárceles de tipología panóptico y asilos construidos a partir de la década de 1780 en Inglaterra e Irlanda. Estos complejos consisten en alas de celdas que irradian en un semi o en un círculo completo desde una torre central de vigilancia. El diseño de la penitenciaría fue conocido como el Plan del cubo y radio: Consistía en un centro octogonal conectado por pasillos de siete bloques de celdas radiantes de un solo piso, cada uno con dos rangos de celdas individuales grandes: 8*12 pies*10 pies de altura. La celda contaba con calefacción, un grifo de agua, inodoro y patios de ejercicio individuales del mismo ancho que la celda. El diseño segregaría a los prisioneros en función del género y nivel de delincuencia para así controlar la sobrepoblación y las enfermedades.



Plano general de la penitenciaria

Plano general de la penitenciaría



Las puertas eran pequeñas, por lo que a los presos les sería más difícil salir, y así minimizar cualquier revuelta. Se dice que las pequeñas puertas obligaban a los presos a hacer una reverencia al entrar en su celda. Este diseño está relacionado con la penitencia y lazos con la inspiración religiosa de la prisión. Cada celda estaba iluminada por una única fuente de luz, tragaluz o ventana, considerada el "Ojo de Dios". La iglesia veía el encarcelamiento, generalmente de forma aislada, como un instrumento de redención frente a los actos pecaminoso o perturbadores.



Para minimizar las oportunidades de comunicación entre los reclusos, Haviland diseñó un inodoro básico con descarga de agua para cada celda con tuberías individuales que conducen a una alcantarilla central que esperaba evitaría el envío de mensajes entre celdas adyacentes. A pesar de sus esfuerzos, los prisioneros aún podían comunicarse entre sí y el sistema de descarga tuvo que ser rediseñado varias veces. Haviland comentó que eligió el diseño para promover "vigilancia, conveniencia, economía y ventilación". Una vez que se completó la construcción de la prisión en 1836, podría albergar a 450 prisioneros.



Este edificio no sólo “educaba” prisioneros, también era altamente conocida por las intervenciones quirúrgicas y las torturas que allí se llevaban a cabo, a pesar de que el concepto inicial fuese la redención y no el castigo. Muchos prisioneros murieron de manera brutal a casusa de los guardias y otros a causa de sus compañeros. De allí muchos afirman que el lugar está maldito.



El diseño de la Eastern State Penitentiary fue modelo para más de 300 cárceles en todo el mundo, por lo que revolucionó la arquitectura penitenciaria y es base del modelo carcelario actual. La penitenciaria es Monumento Histórico Nacional de los Estados Unidos y fue convertido en museo.



Resort para espíritus: Hotel Stanley. Estes Park. Colorado



Fachada del Stanley Hotel

Fotografía exterior del hotel Stanley



“Esa noche soñé que mi hijo de tres años corría por los pasillos, mirando hacia atrás sobre su hombro, con los ojos dilatados y gritando. Estaba siendo perseguido por una manguera de incendio. Me desperté con un tremendo espasmo, transpirado entero, a punto de caerme de la cama. Me levanté, encendí un cigarrillo, me senté en una silla mirando por la ventana a las Rocosas y, para el momento en que el cigarrillo se había deshecho, tuve el armazón del libro firmemente establecido en mi mente”.



Este sueño fue la inspiración para el gran autor de terror Stephen King para su novela: "El Resplandor". La noche del sueño solo él y su familia se hospedaban en el Hotel Stanley. Steve King bajó al desolado bar y esbozó el personaje de Jack Torrance estando allí en solitario, por lo que la novela tiene un tinte autobiográfico.



El hotel Stanley - o el que King bautizó en su libro como Hotel Overlook- fue inaugurado en 1909 con la intención de alojar a la creciente clase alta urbana del país en un entorno natural y salvaje con todas las comodidades de un hotel de primera clase.



El enorme edificio de 48 habitaciones con ascensor hidráulico, alumbrado eléctrico y de gas, agua corriente y teléfono, hospedó figuras como Theodore Roosevelt, Bob Dylan, el emperador Hirohito de Japón y Jim Carrey. Debido su baja operación el año, y a los rumores que circulaban que aseguraban que el hotel estaba embrujado, el hotel estuvo a punto de quebrar, pero el autor terror lo trajo al spot público de nuevo y el boom vino con la película el Resplandor, de Stanley Kubrick en 1980.



En la película el espectador está desorientado deliberadamente. El mapa espacial del hotel Overlook es difícil de trazar debido a las inconsistencias espaciales, sutiles pero perturbadoras para la lógica. El uso de ángulos que distorsionan la escala para generar tensión, el uso de color y la forma para despertar emociones, son entre otros recursos cinematográficos claves para incomodar e introducir al espectador en la trama.



Extracto de la película el Resplandor

Extracto de la película el Resplandor. Stanley Kubrick, 1980



Pese a que ningún suceso macabro o siniestro ha ocurrido en el Hotel Stanley, y que siquiera los investigadores de lo paranormal han encontrado nada demasiado extraño, sus visitantes siguen asegurando ver fantasmas. Quizá no haya nada de fantasmagórico en el Stanley, pero el lugar genera miedo y terror, lo normal en un edificio gigantesco y desolado en la mitad de la nada.



La ciudad de los muertos: Cementerio St. Louis. New Orleans. Louisiana



Fotografía actual del cementerio St. Louis

Fotografía actual del interior del cementerio



El cementerio de St. Louis existe desde hace casi 300 años. En ese tiempo, un número incalculable de personas han sido sepultadas aquí: En el lapso de solo una cuadra, el cementerio tiene más de 700 tumbas.



Lo terrorífico del cementerio, además de albergar en sí una actividad espeluznante, es que las tumbas están expuestas y apiladas. La ciudad de Nueva Orleans se encuentra por debajo del nivel del mar, por lo que los cuerpos son dispuestos en criptas elevadas, ya que en años pasados cuando el río Misisipi se desbordaba el agua solía arrastrar los cuerpos a su paso. Debido a la alta capa freática de Nueva Orleans, las tumbas tampoco pueden ser excavadas seis pies debajo, lo usual en un cementerio.



Objetos abandonados, conchas rotas y adoquines forman los callejones y las criptas desmoronadas sobre el suelo que mantienen a los muertos. La disposición desordenada de las tumbas y las parcelas de entierro forman un laberinto que solo los posibles fantasmas del cementerio pueden navegar. Muchas de las tumbas familiares tienen símbolos crípticos por lo que no es de extrañar  “una presencia fantasmal” en el cementerio más antiguo de Nueva Orleans.



La apariencia del cementerio refuerza la imagen de un lugar mágico. New Orleans fue una ciudad con alta actividad de brujería y vudú, herencia de los esclavos africanos. Es por esto que este espacio es considerado como uno de los más embrujados en los Estados Unidos.



¿Puede la arquitectura ser más terrorífica que los eventos paranormales o fantasiosos? La arquitectura es la lente de experiencias y las emociones más profundas. Lugares como la penitenciaria o los hoteles son meros saltos de sustos dilatados en el espacio que nos tramite el horror de lo ocurrido allí en tiempos pasados. En estos lugares no hay necesidad de recurrir a efectos fantasiosos o paranormales para llevarse un buen susto.



 



Escrito por Paula Cano desde ESTADOS UNIDOS

Fotografías de Carden Illustration, Eastern State Penitentiary, New Orleans, The Stanley Hotel, Winchester Mystery House

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