Simón Vélez Marcelo Villegas arquitecto del primer puente sostenible de la Capital Colombiana, Bogotá D.C., utiliza la guadua como material alternativo de construcción urbana
Fotografías de koolbamboo
En la Capital de Colombia, Bogotá D.C. la mayoría de puentes peatonales, especialmente los que apoyan el sistema masivo de transporte Transmilenio, están construidos con acero y metal, lo que no sólo genera una percepción urbana fría y rígida, sino que también son materiales de alto impacto ambiental, principalmente por el gran volúmen de agua que requiere el proceso de producción del mismo -agua que termina siendo altamente contaminada- y las elevadas emisiones atmosféricas originadas especialmente en la fundición del material, generando impactos directos en la población humana, en la flora y en la fauna.
Fotografía de Nicolas Bojaca
Rompiendo con el paradigma capitalino, el arquitecto Simón Vélez diseña un puente peatonal en la salida de la ciudad por la calle 80, con la intención de que la guadua fuese el material protagonista -intención que se ve en la mayoría de sus proyectos-. Esta especie vegetal de paredes gruesas se caracteriza por ser totalmente sostenible, pues es un material que al momento de producción no genera emisiones, y a diferencia de la madera, es de rápido crecimiento, lo que no representa una amenaza para el ecosistema que lo rodea. De igual forma la guadua es totalmente renovable, y se puede reutilizar fácilmente en nuevos proyectos.
Fotografía de Tropical Commons
El puente peatonal cuenta con una altura de 5.8 metros (m), tiene un ancho de 3.0 m y cubre una luz de 45.0 m, demostrando que los materiales metálicos no son los únicos capaces de cubrir grandes distancias sin apoyos intermedios, dando una alternativa a las técnicas de construcción actuales. Sin embargo, al ser un material flexible genera empujes laterales, a lo que el arquitecto responde con reforzamiento de riostras en las bases, con el fin de contrapesar las fuerzas.
Fotografías de koolbamboo
Es importante resaltar que Simón Vélez no solo aporta nuevas técnicas, sino que genera ambientes; realmente se preocupa por los detalles que conforman el espacio y la sensación del usuario, convirtiendo un puente, en un verdadero recorrido de contemplación, que a su vez encierra en una especie de ventanas el paisaje de su entorno. El arquitecto permite cambiar la visual urbana y aportar a los ciudadanos un espacio que aumenta su calidad de vida.
Fotografía de Carlos Andrés Arias Escobar
Tanto al ingresar, como al salir del puente el peatón es consciente que se encuentra en un lugar único en la ciudad, y que aunque sus dimensiones no son muy grandes, el impacto si lo es. El puente Jenny Garzón es una búsqueda de un cambio positivo para la ciudad que ayuda no sólo a mejorar la percepción urbana, sino también el medio ambiente, y es el tipo de acciones que genera una mejora en una metrópoli, pues son pequeñas construcciones favorables que pueden replicarse con facilidad en toda el área.
Fotografías de koolbamboo
Escrito por María Carla Flórez Jiménez desde BOGOTÁ D.C
Fotografías de koolbamboo, Nicolas Bojaca, Tropical Commons, Carlos Andrés Arias Escobar
Es necesario EXIGIRLE al Distrito el frecuente mantenimiento de este puente que ha marcado el rumbo hacia la sostenibilidad ambiental .