Valencia tiene un grave problema, es una ciudad situada en la costa mediterránea y es también una ciudad portuaria, pero no es una ciudad marítima. No lo es en el sentido que lo son otras ciudades costeras, como Barcelona, Cádiz, Santander, San Sebastián o incluso Alicante.
Valencia no tiene frente marítimo, no tiene Waterfront, es una ciudad separada varios kilómetros del mar desde su fundación, así que los valencianos no viven frente al mar, sino que van a verlo o a disfrutarlo de vez en cuando, y algunos no lo ven durante meses o años.
Es la eterna asignatura pendiente de una ciudad que pierde, por esa desconexión, gran parte de su potencial vital, de su interés turístico, de su atractivo.
Barcelona tenía un problema parecido, pero lo solucionó tras las olimpiadas creando unos nuevos barrios residenciales marítimos de gran calidad urbanística: La ciudad Olímpica.
Hoy en día, Barcelona está entre las diez mejores ciudades con playa del mundo. Valencia, con la mejor playa urbana, no aparece ni siquiera entre las cien primeras.
Es verdad que Valencia lo tiene mucho más difícil, pues todo su frente marítimo está copado por una estructura urbana ajena a la propia de la ciudad, que son los llamados poblados marítimos, conocidos como Cabañal, Nazaret…
Surgieron como realidades autónomas, como pueblos diferenciados y separados de la ciudad, para albergar las poblaciones cuyos oficios eran marítimos, como los pescadores y los estibadores. Es un fenómeno parecido a la Barceloneta en Barcelona. Sin embargo, en contra de lo que sucede en Valencia, la Barceloneta no ocupa todo el frente litoral de la ciudad, sino una pequeña parte junto al puerto.
La consecuencia de esta pugna entre realidades urbanas tan diferentes es el caos. Las aéreas de crecimiento de la ciudad han llegado hasta la frontera de los poblados, manifestándose claramente los dos modelos.
El Cabañal es una estructura urbana muy cerrada, con las calles principales paralelas al mar, pero con una enorme dificultad para ser atravesada transversalmente. Es casi imposible pues llegar al mar cruzando el Cabañal y el propio poblado vive ensimismado en su trama urbana ajeno también a la playa. La razón es bien simple, hace tan solo un siglo que el ser humano valora vivir frente al mar, un hecho que anteriormente se consideraba problemático y hostil.
Sin embargo, hoy en día, una ciudad con un Waterfront es enormemente valorada.
Valencia languidece de espaldas al mar, a tan solo dos kilómetros de su playa. Un entorno marítimo que a las diez de la noche se queda absolutamente vacio, porque no hay nada.
Muchos son los factores que contribuyen al decaimiento del Cabañal. Un deterioro que posiblemente no tendría si siguiera siendo un pueblo aislado, con vecinos enraizados, pero que ha sido imparable cuando " chocado" con Valencia y ha tenido que competir con otras zonas de la ciudad para atraer nuevos vecinos.
Las clases medias, que son las que salvan o condenan un barrio con su presencia han preferido la estructura urbana convencional, es decir, los edificios comunales con servicios y garaje, los barrios modernos de calles amplias y bien comunicadas, o sino, los barrios céntricos con edificios más antiguos pero fáciles de rehabilitar y con una gran calidad urbana.
Así pues, desde los años cincuenta los poblados marítimos han sufrido una serie de grandes lacras:
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La pérdida de la población original que estructuraba el Cabañal como pueblo. La salida de numerosas familias, que han preferido realojarse en otras zonas de la ciudad y el abandono de aquellas, más o menos pudientes, que veraneaban allí, ha provocado el deterioro de su parque inmobiliario. -
La sustitución de las viejas casas de pueblo, de gran calidad arquitectónica, por edificios de posguerra de nulo valor constructiva y patrimonial a roto la homogeneidad del conjunto. -
La ocupación del entorno por parte de la población más margina,l atraída precisamente por el abandono y la caída de los precios de las viviendas ha contribuido también a su decadencia.
En definitiva, como muestran las imágenes, todo el entorno marítimo de Valencia está sumido en el caos urbanístico, el deterioro, el abandono y la ruina. Y es una gran tragedia que una ciudad con tanto futuro como Valencia vea pasar los años y las décadas sin ser capaz de recuperar y reconstruir un FRENTE MARITIMO de calidad.
¿Cuáles son las recetas posibles para solventar este tremendo problema?
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El Cabañal ya no es un pueblo aislado, sino que forma parte de Valencia, por lo tanto, aquellos que pretenden fosilizar su estructura urbana lo están condenando a su destrucción y de paso están contribuyente a la decadencia de toda la ciudad. -
Por lo tanto, urge que un comité de expertos de amplio consenso analice como debe de ser la macla, la interacción entre ambas estructuras urbanas. Es de sentido común que el Cabañal deje de ser impermeable al tránsito entre el resto de la ciudad y el mar y de paso, es necesario esponjar su viario, abrir nuevas plazas, jardines, dotarlo de servicios…Porque la impermeabilidad transversal del Cabañal impide también su propia relación con el frente marítimo. -
El proyecto de la necesaria avenida que deje fluir al resto de la ciudad hacia sus playas debe de hacerse con cirugía de precisión, con la escala adecuada y con nuevos edificios de altura limitada y estética controlada. Esa avenida no debe ser ajena a la estructura urbana que atraviesa y debe de servir para convertir al viario paralelo al mar del Cabañal en accesible. A partir de ese nuevo foco urbano se debe de producir la regeneración de todo el barrio. -
Aprovechando esta nueva avenida y la fluida conexión entre el resto de la ciudad y las playas, debe de acometerse la completa renovación del FRENTE MARITIMO de la ciudad. Los modelos son muchos, y aquí presentamos varios ejemplos de frentes marítimos como el de La Coruña, San Sebastián, Rio de Janeiro, Niza y desde luego Barcelona, considerada hoy en día como una de las más atractivas ciudades con playa.
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Las imágenes más sugestivas que hemos encontrado, por escala y estética, y que además conectan extraordinariamente con la idea que tenemos de un frente marítimo de ciudad sureña es sin duda la antigua playa South Beach de Miami, plagada de edificios DECO de escala muy agradable.
En todo caso, animamos a los valencianos a encontrar un consenso en este tema por encima de ideologías que han enturbiado y enrarecido el problema.