La Ground House 107R es una estructura de hormigón de carácter brutalista que se fusiona con el paisaje tropical australiano, con su interior minimalista recuerda las Case Study Houses californianas
Situada en Tintenbar, Nueva Gales del Sur, el arquitecto y constructor local David Fewson construye la Ground House 107R con la colaboración de su esposa Jane y su hija Hannah, autoras del diseño de interiores.
Esta pequeña casa para huéspedes se ubica en la extensa propiedad de la familia, donde antiguamente surgía una granja de nueces de macadamia. En la propiedad de 20 acres, también se encuentran la residencia del arquitecto y su mujer, la casa de su hija Hannah y otra casa para huéspedes llamada Paddock Hall, diseñada y construida por Fewson como una exploración de las técnicas de construcción tradicional y la artesanía con madera local.
Esta estructura de hormigón de carácter brutalista no es solo un espacio habitacional, sino una manifestación de cómo la arquitectura moderna puede fusionarse con el paisaje de manera sostenible y estética.
Según declaraciones del arquitecto a la revista australiana The Local Project: “el encargo era mío, lo que significaba que solo tenía que cumplir mi propia visión”.
Inspirado en la 'nueva naturaleza' de Chernobyl y el bunker subterráneo de Los Thunderbirds, Fewson imagina el diseño del edificio como una nave espacial que se estrella, y poco a poco, la naturaleza se apodera de la construcción integrándola en el paisaje de la jungla tropical.
Este enfoque de Fewson en el diseño del edificio, además de un marcado respeto profundo hacia el entorno natural australiano, confiere un aspecto enigmático al edificio.
El proyecto fue diseñado con la premisa de minimizar su impacto visual y ambiental, adoptando técnicas y materiales que dialogan con la geografía y la flora locales. El hormigón, elemento central del diseño, ha sido modelado con formas orgánicas que evocan las curvas y texturas del paisaje, creando una continuidad visual entre la construcción y su entorno. "Cada aspecto de la construcción es una respuesta a su contexto físico", dice Fewson, enfatizando cómo las formas de la casa y la elección de materiales se inspiran directamente en el sitio.
El mismo planteamiento se extiende al jardín diseñado en colaboración con los paisajistas de LARC Landscape Architecture, donde se seleccionaron especies nativas para reforzar la sensación de que el edificio siempre ha pertenecido al paisaje. Este enfoque multidisciplinar asegura la integración de la vivienda en parte del entorno. Con el mismo concepto, se ha colocado una pequeña bañera de hidromasaje integrada en el paisaje como si de un pequeño depósito se tratara. Asimismo, la cubierta vegetal se lee como una continuación de la topografía del verde terreno.
Todos los encofrados para el hormigón han sido realizados a mano por Fewson y aportan, con sus superficies onduladas, un carácter distintivo a la vivienda. Cada elemento del espacio está hecho artesanalmente, desde las enormes puertas corredizas de acero hasta las luminarias interiores.
Los marcos de las ventanas, con su particular color rojizo, se funden con los tonos de la tierra local y con las hojas secas de los árboles.
La configuración espacial de la Ground House 107R está pensada para maximizar la iluminación natural y promover la ventilación cruzada, reduciendo la dependencia de sistemas de climatización artificial. Las amplias aberturas no solo facilitan una transición fluida entre el interior y el exterior, sino que también enmarcan vistas del paisaje y amplifican el diálogo constante entre la naturaleza y la vivienda. En palabras del autor: “Cuando permites que gran parte del mundo natural entre en un espacio, las cualidades cambiantes del arbusto y los diferentes estados de ánimo del día se expresan en las paredes interiores”.
En el interior, el proyecto destaca por una estética minimalista y de inspiración japonesa que armoniza con el carácter rústico del hormigón. El diseño interior, a cargo de Hanna y Jane Fewson, privilegia la simplicidad y la funcionalidad, con una selección de mobiliario que combina elementos naturales y artesanales. La cocina, el comedor y las áreas de estar están diseñados para fomentar la interacción, mientras que las zonas privadas ofrecen refugio y serenidad. Para los revestimientos de madera de la cocina, las paredes y la cama suspendida del dormitorio, se han realizado todas las piezas una a una. Éstas han sido cortadas a medida, cepilladas, acabadas a mano y colocadas por un ebanista local, aportando calidez y textura al espacio interior.
Todos los materiales han sido elegidos para completar la robustez del hormigón, introduciendo una dimensión táctil y visual que enriquece la experiencia interior. En la cocina y el baño se han utilizado elementos de latón en su estado natural para las encimeras, los salpicaderos y la grifería.
Asimismo, para la mampara curva de la ducha se ha colocado un mosaico de jade natural de pequeño formato encontrado en Indonesia. Completan los interiores los muebles y lámparas artesanales, además de las obras realizadas por la artista Dolly Fewson, hija del arquitecto.
La Ground House 107R recuerda los prototipos de vivienda del programa Case Study Houses realizados entre los años 1945 y 1966, en California. El proyecto demuestra el potencial de la interacción entre el diseño arquitectónico y el paisajístico. "Yo lo llamaría un escondite, un espacio habitable silencioso con un jardín arriba, un lugar para unas vacaciones interesantes", afirma Fewson, subrayando su visión de una arquitectura que va más allá de lo estético para tocar lo sensorial y emocional.
David Fewson
Diseño de interiores Jane Fewson y Hannah Fewson
Escrito por Aina Pérez i Verge
Fotografías de Tasha Tyle
House Ground 107R de David Fewson









