Con esta operación inmobiliaria de viviendas sociales el estudio francés Harari apuesta por la compacidad. Una feliz manera de generar una domesticidad que asocia la calidad de los espacios privados y los comunes, particularmente gracias a la valorización de la continuidad vegetal en los patios interiores.
No lejos de Disneyland París, el Ayuntamiento de Chanteloup-en-Brie (Seine-et-Marne) se caracteriza por su tejido unifamiliar y la urbanización ligera de vivienda colectiva. Dentro de este marco ecléctico, la intervención de Jean y Aline Harari respira espacialidad. De espíritu campestre, esta intervención con aires escandinavos utiliza la madera y el ladrillo en fachadas, tejas cerámicas en cubiertas, y una imbricación de los volúmenes construidos que destaca en un contexto dominado por los acabados enfoscados. Este hecho sorprende pero no desentona, ya que las viviendas se vuelven hacia si mismas en total empatía con sus vecinos.
Con una superficie de 12.000 m², la parcela se divide en dos entidades separadas por una calle de servicio que une las avenidas colindantes. A pesar de su carácter privado, esta transversalidad actúa como un espacio público que participa en la creación de dos bloques más modestos, y por tanto más fáciles de gestionar. Estos últimos tienen cada uno su propia identidad: más densos en la parte sud de la parcela; más abiertos y discontinuos en la parte norte.
Realizados en construcción mixta, subestructura de los paneles de fachada en madera y estructura de pilares y forjados en hormigón, todas las construcciones se disponen en el perímetro de la parcela sin quedar totalmente alineadas, creando una permeabilidad entre los espacios adyacentes y las zonas interiores comunes.
Sin superar la altura de planta baja más uno, las viviendas se asocian por entidades tipológicas de dos o tres unidades que forman grupos cuyo ensamblaje protege el espacio doméstico. Las pequeñas unidades han sido distribuidas en el interior del edificio colectivo de planta baja más dos niveles, situado en la parte sur de la parcela, el único paralelo a la alineación de la calle. Las viviendas de tres y cuatro habitaciones se sitúan mayoritariamente en los volúmenes individuales que se superponen en dos niveles en forma de L alrededor de un jardín privado.
Depurada y falsamente desestructurada, la escritura arquitectónica del proyecto transmite la impresión de querer eliminar los límites, de aportar indefinición y sensibilidad allá donde la elegancia de una línea recta podría resultar demasiado cerebral.
Autor: Jean et Aline Harari
Colaboradores: Franck Lemoine, Solange Guiraud
Emplazamiento: Chanteloup-en-Brie (Seine-et-Marne)
Cliente: I3F, Résidence urbaine de France
Superficie: 12.034 m²
Año: 2013
Fotografía: Antoine Mercusot