10x10 House es una original casa encaramada a una escarpada ladera, donde Patchwork Architecture transforma un solar inhabitable en un acogedor hogar que saca el máximo partido a los espacios exteriores y las impresionantes vistas del lugar
La parcela triangular de 280 m2 ocupa la esquina de una manzana rodeada por una concurrida calle en Wellington, presentando una fuerte pendiente. Estos inconvenientes se resuelven optando por elevar el nivel de vida, situándolo 3 niveles por encima de la rasante, a 7,5 m. De este modo gana en privacidad y le permite disfrutar del entorno, a la vez que se simplifica el sistema de cimentación, apoyando en la ladera con un sencillo núcleo configurado por muros de bloques de hormigón y 10 pilares de acero en el contorno, que van salvando el desnivel.
Una escalera de hormigón recorre la ladera, salvando la altura desde la calle hasta el acceso a la vivienda, que se produce por una terraza exterior cubierta, que precede al núcleo de hormigón, donde se esconde la escalera de comunicación vertical.
También este núcleo esconde un pequeño habitáculo que sirve de oficina para los propietarios de la vivienda.
En el nivel superior se desarrolla la práctica totalidad del programa, en un único nivel, dentro de un volumen prismático de planta cuadrada de 10 x 10 m, lo que le otorga el nombre al proyecto. En estos 100 m2 encontramos un espacio diáfano con la zona de día, un salón-comedor con cocina integrada, dispuesto en la esquina que disfruta de las mejores vistas del barrio próximo y el océano de fondo gracias a un cerramiento de vidrio que recorre la fachada de suelo a techo.
Las otras 3 esquinas las ocupan 3 dormitorios, con 2 baños asociados, que igualmente disfrutan de las vistas y la naturaleza circundante, disponiendo una de ellas incluso una pequeña terraza exterior.
Todos los espacios se organizan en torno a un pequeño recibidor al que desemboca la escalera situada en el núcleo vertical.
El salón comunica con otra terraza exterior que permite disfrutar del aire libre y las vistas, comunicada con una segunda terraza situada en la cubierta.
A esta segunda terraza se accede desde una escalera y una pasarela metálica exterior, y se convierte en uno de los elementos fetiche de la vivienda gracias a la disposición de una original “parada de autobús”, que permite a los propietarios disfrutar del aire libre y las vistas protegidos de los fuertes vientos que en ocasiones soplan en el lugar.
La materialidad escogida para la vivienda crea un fuerte contraste entre el exterior y el interior. La imagen urbana que ofrece el cerramiento de aluminio anodizado plateado tiene un carácter muy industrial, alejado de lo doméstico.
La imagen neutra creada con este material y los bloques de hormigón, se ve rota por el uso de la madera en los voladizos de las terrazas que emergen en los distintos planos de fachada.
Así mismo, la nota de color la ponen los elementos de carpintería metálica, que puntualmente se encuentran pintados de amarillo, como algunas puertas o la pasarela de la terraza superior, que proporcionan un punto alegre y divertido.
Por el contrario, el interior se caracteriza por su calidez, gracias a que la mayor parte de las superficies se encuentran revestidas de madera, tanto paredes como suelos y techos.
El tono y la textura de la madera destaca con el revestimiento de azulejos que cubren algunos paramentos verticales, como el gres azulado de la cocina o en color antracita del salón.
Imágenes de Simon Wilson