Toshiko Mori firma este complejo en Senegal formado por una escuela y una residencia para los maestros, utilizando los materiales y técnicas tradicionales desarrollados durante la construcción del centro Thread
La arquitecta Toshiko Mori colabora nuevamente con la Fundación Josef and Anni Albers y Le Korsa para construir un complejo formado por una escuela y una residencia para maestros en el este de Senegal. Se trata de la primera escuela en una región de más de 110 aldeas que puede acoger unos 300 estudiantes de edades entre 5 y 10 años.
Esta escuela se inspira en las escuelas rurales de una sola habitación alemanas, donde Josef Albers fue maestro de primaria durante más de una década antes de abandonar la enseñanza para estudiar arte y diseño en la Bauhaus.
La escuela de Fass está formada por cuatro aulas de dimensiones diferentes y dos espacios flexibles abiertos alrededor de un patio interior, organizados de forma circular para permitir la circulación rápida, entre las aulas, de los pocos maestros que en ella trabajan.
Las gran variedad de secciones distintas enriquece la calidad de los espacios interiores.
A su vez, la orientación interna de las aulas hacia el patio central refuerza el sentimiento de comunidad fomentado por este entorno escolar con clases compartidas entre niños y niñas de diferentes edades y etnias.
El diseño circular de la escuela se inspira en una tipología vernácula de estas regiones senegalesas, las casas familiares con impluvium que orientan sus habitaciones en círculo alrededor de un patio central. De esta manera, la arquitecta reproduce una geometría reconocible para la comunidad como un lugar de reunión familiar, pero al mismo tiempo, creando un edificio de una escala mucho mayor, éste se convierte en un símbolo que emerge en el paisaje árido que lo rodea.
Otra característica del edificio es el uso de los materiales y técnicas constructivas locales. Se han utilizado pequeños elementos de acero y bambú para sostener las paredes de adobe pintado de blanco que refleja el calor. Además, las paredes, orientadas según el viento predominante, son permeables para permitir la ventilación de los espacios interiores y la entrada de luz natural en el edificio.
El emplazamiento carece de una infraestructura eléctrica, es por esto que las estrategias energéticas de carácter pasivo eran cruciales para el edificio. El grande techo elaborado con vigas de bambú y paja, cultivados cerca del sitio, proporciona un aislamiento muy eficaz y refuerza el confort climático del edificio.
Las secciones cambiantes del techo de la escuela tienen una inclinación de 45 grados o más, consiguiendo un efecto chimenea que permite que el aire caliente se eleve y deje paso al aire fresco en los espacios. De esta manera, los espacios consiguen mantener una temperatura de 20 grados inferior en el interior del edificio respecto a la temperatura exterior. Asimismo, la gran inclinación del techo permite maximizar la recogida de aguas pluviales, canalizando el agua hacia un acuífero existente. Este acuífero representa una importante fuente de agua potable para la comunidad y para los huertos cercanos.
Con estos elementos, Toshiko Mori demuestra que es posible diseñar modelos alternativos a la tipología ordenada por el gobierno local. Equipamientos de planta rectangular construidos con paredes de bloques de hormigón y techos de metal corrugado. Estas cubiertas transmiten un calor extremo durante el verano y además, durante la temporada de lluvias, producen un ruido tan fuerte que los alumnos no consiguen seguir las clases. Contrariamente, la paja utilizada en este caso, se encuentra fácilmente, aísla del calor y amortigua el sonido de las lluvias.
Por su parte, el uso de materiales y de un equipo de construcción local, garantizan que los residentes de la región podrán ocuparse del mantenimiento de la escuela y de su futura evolución, sin depender de recursos extranjeros.
Con esta escuela, galardonada con un Premio de Arquitectura en 2021 por parte del American Institute of Architects (AIA), Toshiko Mori recoge la experiencia desarrollada durante la construcción del magnífico Centro Cultural Thread.
Toshiko Mori Architect
Escrito por Aina Pérez i Verge
Fotografías de Iwan Baan y Sofia Verzbolovskis