El Centro de Educación Temprana Marygrove es una guardería diseñada por Marlon Blackwell Architects en el campus de Marygrove College, en el distrito de Livernois-McNichols en el noroeste de Detroit, que con su colorida fachada de terracota acoge a 150 niños de hasta 5 años de edad
El edificio, que se desarrolla en una única planta, se ubica en una parcela flanqueada por un área de aparcamiento situada al norte, un antiguo edificio del campus de cuatro plantas de estilo gótico Tudor situado al este y sendas áreas boscosas en sus dos lados restantes, de gran extensión en el caso del lado sur.
Se saca el máximo partido al emplazamiento, disponiendo el acceso principal en la fachada situada frente al aparcamiento, marcado por una rasgadura entrante en la fachada.
En su interior, el edificio se organiza en torno a 3 patios. Junto a la entrada se disponen los espacios destinados a los adultos, que incluyen un salón para padres, una sala comunitaria y un espacio plurifuncional.
En el núcleo central, junto al patio, cuenta con espacio de reunión informal, donde celebrar actuaciones escolares, reuniones y otros eventos derivados del programa.
Las aulas, situadas en el perímetro del edificio, son amplias, diáfanas y muy funcionales. Los colores utilizados para la compartimentación interior y el mobiliario permiten agrupar a los niños por edades, ayudándoles a identificar de forma visual los espacios.
Tanto las áreas docentes como las destinadas al profesorado y comunitarias se caracterizan por el aprovechamiento de la luz natural, que invade todos los espacios interiores gracias a la abertura de grandes superficies acristaladas en la envolvente.
Además de luz, este cerramiento proporciona una constante conexión interior-exterior, creando vistas hacia las zonas arboladas circundantes y las áreas ajardinadas dispuestas en los patios interiores y en el jardín trasero, situado entre el edificio y la arboleda sur.
Los espacios exteriores forman parte del programa de la guardería, convirtiéndose en espacios de relación y de juegos tanto entre los niños como entre éstos y sus padres y profesores.
Los materiales utilizados, tanto en la envolvente como en los acabados interiores, apuestan por la durabilidad y sostenibilidad. Destaca la terracota en colores pastel, con una textura rayada, en el caso de la fachada, y los acabados continuos y neutros en el interior, con toques de color destinados a hacer más reconocibles los espacios para los menores, ayudándoles a entender el edificio y moverse y situarse dentro del mismo.
El edificio incluye otros criterios sostenibles como el aprovechamiento de la luz natural o del agua de lluvia, recolectada para el riego del arbolado y el jardín.
Imágenes de Timothy Hursley