Ryuichi Ashizawa Architects & Associates son los artífices de edificio JST, un centro de producción e investigación ubicado en Harrisburg, Pensilvania, EEUU, cuya arquitectura reconcilia el polígono industrial aledaño con la vegetación y el bosque circundante
Los arquitectos aúnan la tradición japonesa del cliente con la nativa del lugar, la americana, creando un edificio de madera con planta arborescente, que conecta a los usuarios con el lugar gracias a la permeabilidad de la envolvente, que apuesta por la conexión visual entre interior y exterior, creando espacios armónicos en contacto con la naturaleza.
La implantación en el sitio es sumamente respetuosa, manteniendo el terreno vegetal hasta el perímetro de la construcción, creando zanjas drenantes que ejercen de elemento de transición entre lo autóctono y lo construido, además de resolver la recogida natural del agua, que va penetrando en el terreno de manera uniforme, paliando los efectos del pavimento duro del área industrial.
La misma idea de mantiene en la solución de la cubierta del edificio, que suprime los canalones de recogida de las aguas pluviales, permitiendo que caigan de forma natural por todo el contorno del alero, bajo el cual se encuentran las zanjas de recogida en el pavimento.
Esta gran cubierta continua va sobrevolando la envolvente vertical en puntos estratégicos, para proteger las superficies de vidrio del soleamiento directo, consiguiendo de este modo un control pasivo de la temperatura interna del edificio.
A su vez, la envolvente vertical va alternando el cerramiento opaco de madera con las partes acristaladas, colaborando en el control de la incidencia solar y la luz natural. La disposición estratégica de los huecos practicables permite a su vez la renovación del aire interior y el control pasivo de la temperatura interior.
La vegetación circundante también juega un papel fundamental en el control pasivo de la ganancia de calor. Se combinan los árboles de hoja perenne que ejercen de cortavientos, con los de hoja caduca, que gradúan el paso de la luz solar según las necesidades de las distintas épocas del año.
El espacio interior es totalmente diáfano, quedando las oficinas y los talleres interconectados por el largo corredor que sigue el trazado de una poligonal quebrada.
Tanto el recorrido por los espacios de circulación como por las estancias, destaca por la conexión del edificio con el lugar y la naturaleza circundante. Incluso los materiales utilizados en los acabados, que tiene la madera local como protagonista, hacen un guiño a los materiales naturales existentes en el entorno.
Ryuichi Ashizawa Architects & Associates
Imágenes de Kaori Ichikawa