El estudio Architecture BRIO firma este proyecto en las afueras de Mumbai, un laboratorio de arte que tiene como objetivo unir el arte, la ecología y la sociedad en un ambiente idílico
El estudio Architecture BRIO, con sedes en India y Holanda, firma esta residencia para artistas en las afueras de Mumbai, en la India. Rachna Toshniwal fundador del espacio “the Other Side of Art” es un activista ambiental que ha trabajado con comunidades indígenas y en la protección de los bosques. El proyecto nace a partir de su idea de búsqueda de interconexiones entre la naturaleza, el arte y la transformación interior.
Los arquitectos Shefali Balwani y Robert Verrijt han realizado una serie de pabellones, situados en el centro de un amplia plantación de palma de coco ubicada cerca de una playa. El lugar se encuentra apartado del ruido de la metrópoli pero mantiene la conexión con la ciudad que se perfila al otro lado de la bahía.
Teniendo en cuenta la baja capacidad de carga del suelo y las inundaciones ocasionales de este emplazamiento, se ha construido un edificio ligero y elevado del suelo con el objetivo de minimizar la huella sobre el terreno y aportar, además, resiliencia al proyecto. Para ello, se ha utilizado un método de construcción que ofrece la opción de volver a montar el edificio en un terreno más alto en un futuro.
Architecture BRIO ha diseñado una estructura metálica con conexiones de tuerca y perno que descansa sobre grandes piedras, procedentes de otro proyecto, que anclan el edificio frente a los fuertes vientos costeros.
Los arquitectos se inspiraron en los tradicionales Amabalama, pequeños pabellones públicos que se encuentran en Karagahagedara en Sri Lanka. Estos hermosos pabellones, situados cerca de los campos de arroz, eran un refugio para el descanso de los viajeros y los peregrinos de todo el sur de Asia. En ellos, el espacio fluye y el paisaje es el protagonista.
Debido a la proximidad del mar y la atmósfera altamente salina, todos los componentes de acero fueron galvanizados en caliente para hacerlos resistentes a la oxidación y prolongar su vida útil. Asimismo, las normas de construcción permitían sólo materiales de carácter temporal, limitando las opciones al uso del acero prefabricado, la madera de teca recuperada, el bambú y los tableros de madera cemento, consiguiendo “una paleta de materiales que con su elegancia sobria y tonos apagados, crea una superficie serena contra los llamativos verdes del sitio”, en palabras de Verrijt.
El concepto del edificio es la creación de un espacio comunitario, una especie de gran cobertizo tropical de 12m x 10m que se convierte en un taller para el artista. Las dos grandes cubiertas en forme de pirámide tienen una estructura de vigas de bambù en forma de V. El diseño de las vigas en zig-zag aumenta la resistencia del marco estructural.
En la parte superior de la cubierta se coloca un tragaluz solar que genera energía eléctrica y permite el flujo de aire natural a través de los talleres.
“Al alejar los techos uno del otro de forma asimétrica, los dos espacios de abajo se definen más claramente desde una perspectiva experiencial. En uno de los módulos, un almacén con equipo de serigrafía crea un desván adicional con un espacio de trabajo encima”, explica Balwani.
En la fachada, se han colocado unos paneles realizados con listones de madera que evitan la lluvia y proporcionan sombra creando un vibrante juego de luces y sombras en el interior del edificio. Estos paneles pueden ser desmontados y utilizados en el interior para modificar el espacio de los talleres de forma flexible, adaptándolos según las necesidades del programa. De esta manera, el interior puede pasar de un grande taller único a laboratorios múltiples más pequeños o a un espacio de exposición.
En el edificio también existen zonas residenciales para alojamiento temporal y de larga duración.
Los arquitectos han construido un estanque de recolección de agua dulce en el emplazamiento para reponer el nivel freático durante el verano. Además, este pequeño estanque atrae una cantidad significativa de peces y aves que contribuyen al objetivo de unir el arte y la sociedad en un entorno espacioso y natural.
El proyecto de Architecture BRIO explora las posibilidades de una arquitectura resiliente frente a unas condiciones ambientales cambiantes, utilizando materiales con un impacto mínimo en los ecosistemas frágiles. Al mismo tiempo, el proyecto pretende inspirar la reflexión, la quietud, la creatividad y la pertenencia a través de un espacio donde las personas sumergiéndose en la naturaleza consigan sumergirse dentro de sí mismos.
Architecture BRIO
Escrito por Aina Pérez i Verge
Fotografías de Edmund Sumner y Randhir Singh