Handlebar Café es un proyecto de Architecture PLB, ideado por un grupo de jóvenes, con el apoyo de la organización benéfica SPUD, que ha conseguido transformar una antigua área ferroviaria abandonada, en un lugar de reunión comunitario, que acoge a gente de todas las edades cerca de un viaducto ciclista y sendero peatonal, que además apuesta por el carácter social, brindando trabajo a población local en situación de desempleo de larga duración
La instalación no cuenta únicamente con un original café compuesto por dos piezas longitudinales a modo de vagones de tren, haciendo alusión al pasado del lugar, unidas por un volumen de vidrio, sino que además dispone un tercer cuerpo independiente en el que alberga un taller de bicicletas.
De ese modo, da servicio a los habituales usuarios y visitantes del entorno natural en que se encuentra, un lugar aislado al pie de St Catherine's Hill, al sur de Winchester, junto a la ruta que cruza el viaducto de Hockley.
Las tres piezas descansan sobre una plataforma horizontal comunitaria que salva el desnivel de la ladera, ofreciendo a su vez un espacio exterior al aire libre desde donde disfrutar de la naturaleza y un respiro durante la ruta.
EL diseño apostó en todo momento por la sostenibilidad y por el respeto al entorno natural. Por ello, se optó por una construcción modular a medida, que permitió el montaje de la estructura en taller, en 5 partes que posteriormente fueron trasladadas y montadas con grúa en el lugar, tras las operaciones previas de acondicionamiento del terreno y disposición de las instalaciones necesarias.
Este sistema permitió reducir los tiempos de ejecución, perturbando lo mínimo imprescindible tanto a los animales que habitan el lugar como a los usuarios de la ruta ciclista y de senderismo. Así mismo, ecólogos especializados estudiaron la zona para asentar la construcción en el terreno sin dañar las raíces del arbolado preexistente.
La sostenibilidad también alcanza la elección de los materiales, con una construcción casi integral en madera, tanto la estructura prefabricada como los paneles que componen la envolvente, rematada in situ con un revestimiento de listones horizontales Accoya con acabado natural.
Destaca, además de la madera, el uso del vidrio en los huecos practicados en la envolvente, que queda protegido del soleamiento por unas originales celosías metálicas móviles, talladas con láser a medida, reproduciendo las formas de engranajes y ruedas de bicicletas, haciendo un guiño a la actividad que inspiró la creación de la instalación.
Los acabados interiores mantienen la paleta de materiales y acabados exteriores, dando así continuidad a la envolvente.
Imágenes de Julia Conway