Los apartamentos Rye, diseñados por Tikari Work en una parcela en esquina en el borde de Peckham Rye Park, en el sur de Londres , son un ejemplo de arquitectura funcional y sostenible, que apuesta por los materiales naturales tradicionales adaptados al lenguaje contemporáneo.
El conjunto residencial se divide en dos bloques independientes, uno con 4 viviendas y el otro con 6, que con sus diferentes alturas y con las líneas quebradas que conforman las cubiertas a dos aguas, con algunos tramos planos en uno de los volúmenes, se adaptan a la escala del barrio, integrándose en el mismo de forma respetuosa.
Los materiales escogidos para la envolvente, recubierta con cerca de 10.000 tejas de arcilla hechas a mano, consigue una paleta de colores que de nuevo dialoga a la perfección con el entorno próximo del barrio, donde se encuentran tanto las tradicionales residencias victorianas, como bloques de los 80 y unidades de vivienda social.
Las numerosas y amplias ventanas de diferentes formas y tamaños, permiten crear espacios interiores inundados por la luz natural y otorgan un mayor dinamismo a la fachada, interrumpiendo incluso la línea del alero en el encuentro de la fachada vertical con la cubierta inclinada.
Ambos bloques descansan sobre un zócalo común de hormigón que rodea toda la parcela, que unifica el conjunto. De este modo, además se salva el desnivel existente en el terreno, materializando un antepecho que protege el límite del patio hundido creado entre los bloques, que alberga terrazas privadas de las viviendas en planta baja, y un módulo para aparcamiento de bicicletas situado en la parte de cota inferior.
El interior ofrece diversas tipologías de viviendas, con uno, dos y tres dormitorios, algunas con desarrollo en un único nivel y otras tipo dúplex, contando una amplia mayoría con terrazas privadas, situadas en el patio hundido o en el último nivel, gracias al retranqueo de las fachadas bajo la cubierta inclinada.
Para la definición interior de la envolvente, la construcción de los núcleos de circulación vertical y la compartimentación de las viviendas, se apuesta por la construcción en seco con madera laminada cruzada (CLT), que se deja vista, definiendo la estética de la práctica totalidad de los acabados interiores.
Se opta por el abeto en los listones que definen los falsos techos en corredores y baños, así como para el mobiliario de la cocina, constituido íntegramente en madera, a excepción del banco superior, donde se ha utilizado papel reciclado.
En los pavimentos se varía entre los suelos de fresno encalado, o las baldosas cerámicas en tono crema, que armoniza con el tono dorado de la madera, o baldosas rojas, que hace un guiño a la paleta cromática de la fachada, cubriendo el suelo de los corredores y las superficies de los baños.
También encontramos suelos de terrazo continuo en algunas de las viviendas.
De este modo, se crea un ambiente interior acogedor y confortable, que además es altamente eficiente térmicamente, reduciendo el consumo energético del edificio. Además, la madera utilizada consume hasta 227 toneladas de dióxido de carbono en su ciclo de vida, siendo fácilmente reciclable gracias al sistema de construcción en seco.
El edificio, además del uso de la CLT, dispone de paneles fotovoltaicos situados en cubierta, sistema de ventilación mecánica con recuperación de calor para toda la vivienda y acristalamientos con control solar de alto rendimiento.
Imágenes de Jack Hobhouse