Arquitecturas olvidadas (II): El monumento a Colón en el RetiroLa propuesta para la conmemoración del cuarto centenario del descubrimiento de América habría modificado por completo el paisaje de la ciudad de Madrid, convirtiendo a Alberto de Palacio en un ingeniero de fama equiparable a la de Gustave Eiffel.
Resulta complicado encontrar las palabras para describir el monumento acerca del cual vamos a hablar a continuación.
Al igual que ocurre a día de hoy, con motivo de la Exposición Universal de Chicago de 1893 tuvo lugar un concurso abierto para la presentación de proyectos que conmemoraran el cuarto centenario del descubrimiento de América. La propuesta ganadora del concurso fue la planteada por el arquitecto e ingeniero Alberto de Palacio, cuya mente concibió lo que podría haber sido considerado como uno de los mayores iconos mundiales de la época, comparable en carácter y dimensión a estructuras tales como la Torre Eiffel en París.
Imágenes de Wikipedia
A pesar de ser galardonado con el primer premio en dicho concurso, el proyecto no se llegó a construir, lo que no frenó el empeñó de Alberto de Palacio, quien realizó una versión de dimensiones algo más reducidas con el fin de ser construida junto al Palacio de Cristal del Parque del Retiro de Madrid.
Imágenes de Wikipedia
Este gran monumento de dimensiones faraónicas contaba con una esfera de 200 metros de diámetro y 300 metros de altura generando un volumen que superaba los 4.000.000 de metros cúbicos, y que ocupaba en planta una superficie de 125.000 metros cuadrados.
Sin embargo, las dimensiones y su integración en el entorno del Retiro no fueron el impedimento para llevar a cabo la construcción de dicho monumento, sino que, al igual que ocurre con otros muchos proyectos (incluso los más actuales), la cuestión económica fue la que puso en jaque el proyecto.
Imágenes de El Madrid que no fue
La estimación económica de Alberto de Palacio estaba cerca de los 31 millones de pesetas de la época. Para llegar a dicha cifra, el ingeniero tuvo en cuenta todos y cada uno de los detalles, realizando incluso unos cálculos estructurales que acercaron al proyecto más a la realidad de lo que cabía esperar para dicha utopía arquitectónica.
Plano de Clara Álvarez
Además del cálculo estructural, Alberto de Palacio llegó al detalle en todos y cada uno de los puntos del proyecto. El gran monumento esférico representaría la bola del mundo con todos y cada uno de los continentes claramente definidos, contando con una plataforma-mirador de 14 metros de ancho y 700 metros de recorrido. Todo esto quedaría elevado sobre un pedestal de hormigón armado y hierro de 100 metros de altura, y coronado por una reproducción de la Santa María, con Cristóbal Colón y toda su tripulación a bordo.
Planos de Clara Álvarez
En el interior quedarían distribuidas diferentes salas de reuniones, observatorios, restaurantes o bibliotecas, llegando a contar con una reproducción de la bóveda celeste similar a la idea del Cenotafio de Newton.
A estos espacios se accedería a través de la gran base, donde se ubicaría el monumento ciclópeo a Cristóbal Colón, acompañada de jardines y otras estaturas monumentales.
Imágenes de Javier González
A pesar de la definición detallada y el empeño puesto por el diseñador, que podrían haber puesto a la ciudad de Madrid en la primera plana del panorama mundial, el proyecto fue cayendo en el olvido con el paso de los años para, finalmente, formar parte de nuestro imaginario utópico.
Alberto de Palacio y Elissague
Fotografías Wikipedia, Clara Álvarez, El Madrid que no fué y Javier González
