La vivienda Casa en Futtsu, diseñada por Atelier MEME, fusiona arquitectura y paisaje. Con un techo que se extiende hacia el exterior, crea un espacio abierto y envolvente que conecta a sus habitantes con el mar y las montañas, ofreciendo un refugio de tranquilidad y flexibilidad
Fotografía de Shinkenchiku-sha
Fotografía de Shinkenchiku-sha
Ubicada a orillas de la bahía de Tokio, la casa de fin de semana en Futtsu es un refugio diseñado por el equipo de Atelier MEME, pensado para proporcionar alivio a quienes buscan desconectar de la intensidad de la vida urbana. Este proyecto se caracteriza por su habilidad para integrar la arquitectura con el paisaje circundante, creando un espacio donde la naturaleza se convierte en protagonista.
El diseño responde a la necesidad de conectar al usuario con un entorno paisajístico espectacular, con vistas al mar y al Monte Fuji. La residencia está emplazada sobre una suave colina en la Península de Bōsō (Prefectura de Chiba, Japón), permitiendo que la mirada se extienda en todas direcciones. En un lado, el mar se presenta como un vasto lienzo en constante cambio, mientras que las montañas rodean la propiedad, aportan un contraste verde y frondoso.
Fotografía de Takuya Shimosato
En un principio, el equipo de diseño exploró opciones como una pared sinuosa o la manipulación precisa de aberturas, pero pronto abandonaron estas ideas al considerar que limitaban de forma artificial la relación entre interior y exterior. De esta manera, decidieron transformar el techo en el elemento clave del proyecto, dividiéndolo en cuatro secciones que se alargan hacia el suelo. Esta intervención crea un juego de volúmenes que suaviza la transición entre el espacio cerrado y el abierto, enfatizando la conexión con el paisaje.
Fotografías de Shinkenchiku-sha
Fotografía de Shinkenchiku-sha
El diseño interior está basado en una gran sala abierta, que se extiende bajo el techo donde se deja visible la estructura de vigas y cabrios. Esta decisión refuerza la sensación de amplitud y organicidad, contrastando con los materiales convencionales de las paredes y el suelo. Esta combinación de elementos crea una atmósfera envolvente, donde el techo parece abrazar el espacio, extendiéndose hacia el paisaje y generando una transición fluida entre la intimidad del interior y la majestuosidad del entorno natural.
Fotografía de Shinkenchiku-sha
Este hogar no solo es un lugar de descanso, sino un espacio flexible que se adapta tanto a momentos de reflexión solitaria como a encuentros sociales. La serenidad del sonido de las olas y el canto de los pájaros se integran al diseño, completando una experiencia sensorial de descanso y conexión con la naturaleza, que continuará acompañando a su dueño durante sus visitas de fin de semana.
Fotografía de Shinkenchiku-sha y Takuya Shimosato
Escrito por MariaJosé Sanz desde Yokohama