Casa IV: escenario del videoclip "La Culpa" de C.TanganaEn el último trabajo de C.Tangana “La Culpa”, el artista ha querido ambientar la canción con un videoclip rodado en la Casa IV proyectada por el estudio barcelonés Mesura
El proyecto, situado en Elche, es un anexo a una casa tradicional preexistente de los años 80, con el fin de crear unos espacios comunitarios tanto interiores como exteriores para recibir a visitas.
La vivienda preexistente situada en los campos de Matola, forma una barrera física en medio de una gran parcela con piscina y pista de tenis, las cuales están situadas sin ningún tipo de jerarquía, esto ofrecía la oportunidad de generar una nueva zona comunitaria como elemento de conexión entre todos los elementos.
Para la ubicación de la Casa IV se ha elegido uno de los laterales de la vivienda, lejos de la entrada, para darle la independencia y privacidad necesarias, comunicando ambas construcciones mediante un pasillo cubierto. Al ser un volumen independiente que se cierra sobre sí mismo y siendo autosuficiente, el fotógrafo Pedro Pegenaute ha querido enfatizar estos aspectos haciendo un encuadre solo de la nueva construcción.
Para este proyecto, el estudio Mesura ha hecho una reinterpretación de la tradición constructiva de la zona y han emulado la conocida vivienda La Ricarda diseñada por Antonio Bonet Castellana. La composición espacial del proyecto está influenciada por el movimiento moderno, siendo la estructura, formada por cuatro muros de ladrillo visto y cuatro bóvedas, la que define las estancias, la atmósfera y la construcción, rompiendo el límite interior-exterior.
Los grandes muros de ladrillo visto, hechos por ceramistas locales, que se extienden por el jardín, conectando ambientes de forma flexible. El diseño de los muros se ha hecho de forma artesanal y con gran esmero, creando una potente barrea que confiere gran intimidad desde la pista de tenis, pero al mismo tiempo abre los espacios interiores al jardín.
Los nuevos espacios interiores están cobijados por un manto abovedado que confiere una atmosfera de confort; y solo se interrumpe por la presencia de un árbol que por su localización trabaja como eje pivotante del proyecto. Las bóvedas generan movimiento y ligereza espacial, ya que únicamente se apoyan en sus extremos con el muro.
Fotografías de Pedro Pegenaute
