OBRA A FONDO

Casa PRO.CRE.AR 01, la vivienda evolutiva por FRAM arquitectos

Presentamos la casa PRO.CRE.AR 01, un proyecto de Franco Riccheri y Agustín Mendiondo, dos arquitectos argentinos fundadores del despacho FRAM con sede en Buenos Aires.   Ubicada en la localidad de Padre Stefenelli, en el corazón del alto valle del Río Negro, la casa se construye en un solar de 1000 m² ubicado en una zona de tierras originalmente destinadas a la agricultura. La parcela, en pleno contacto con la naturaleza, está rodeada por grandes extensiones de alamedas que ofrecen un paisaje cambiante con el paso de las estaciones.

Casa PRO.CRE.AR 01, la vivienda evolutiva por FRAM arquitectosCasa PRO.CRE.AR 01

Presentamos la casa PRO.CRE.AR 01, un proyecto de Franco Riccheri y Agustín Mendiondo, dos arquitectos argentinos fundadores del despacho FRAM con sede en Buenos Aires.   Ubicada en la localidad de Padre Stefenelli, en el corazón del alto valle del Río Negro, la casa se construye en un solar de 1000 m² ubicado en una zona de tierras originalmente destinadas a la agricultura. La parcela, en pleno contacto con la naturaleza, está rodeada por grandes extensiones de alamedas que ofrecen un paisaje cambiante con el paso de las estaciones.




El cliente, una pareja joven frente a la posibilidad de acceder a la propiedad a través de un crédito hipotecario, demandaba un programa bien sencillo: un dormitorio, un baño, un único espacio de cocina-comedor-estar donde recibir a los amigos, y por último una galería al exterior donde pasar el tiempo al aire libre.





La cantidad de metros a construir, acotada por el margen económico que imponía el crédito hipotecario, obligaron a pensar la casa en etapas bien distantes en el tiempo. Por tanto, los arquitectos tuvieron que idear una vivienda que funcionase correctamente y tuviese la apariencia de terminada en su primera etapa, y que propusiese una flexibilidad capaz de admitir el desarrollo de una segunda etapa sin alterar la primera y su correcto funcionamiento.





En esta misma línea, se presentaba como premisa fundamental optimizar superficies y sacar el máximo provecho posible de cada metro cuadrado a construir, resolviendo el programa en espacios en su justa medida, como así también empleando detalles y resoluciones técnicas sencillas que pudieran ser ejecutadas por constructores locales.





La casa, que se presenta como un volumen de chapa negra recortándose en el verde/amarillo paisaje de alamedas, se implanta hacia el frente y sobre el extremo sur de la parcela para beneficiarse del mejor soleamiento y liberando al norte el espacio exterior. Todo el programa se desarrolla en una barra orientada en el sentido largo del terreno (Este-Oeste) paralela a la línea medianera, dejando expuesta su fachada larga al Norte, al parque, y a las visuales largas.





La economía en la utilización de una volumetría simple es acompañada por detalles de fácil ejecución y una búsqueda en reducir los elementos que componen la paleta de materiales. En el interior, un revestimiento de tablas de álamo (madera local, accesible y económica) confiere unidad al frente de la cocina/hall/circulación, a la vez que proporciona la calidez propia de la madera. El revestimiento de chapa acanalada negra resuelve en su totalidad la envolvente exterior con mantenimiento mínimo, y reforzando la síntesis volumétrica y material de la casa.