El proyecto Centro Arqueológico en la Alhambra se consolida como ganador de la Segunda Edición del Concurso PFC Arquitectura y Empresa, un primer puesto muy merecido para el arquitecto Agustín Gor.
Hoy finalizamos con la publicación de los ganadores de la Segunda Edición del Concurso PFC Arquitectura y Empresa, en esta ocasión os traemos el proyecto ganador del primer premio, un merecidísimo primer puesto para el arquitecto Agustín Gor con su proyecto Centro Arqueológico en la Alhambra.
Un proyecto inspirado por el historiador y arqueólogo Oleg Grabar, el mismo que describia la Alhambra de Granada como un lugar donde generaciones de musulmanes y cristianos, aristócratas, monjes, gitanos y románticos han alterado constantemente la arqueología del lugar, no porque fueran intrusos, sino porque la Alhambra había sido creada para que la vida continuara en ella.
Las estructuras de la Alhambra no se concibieron como construcciones cerradas y conclusas, sino como territorios donde crear ciudad. Aquí es donde Agustín Gor propone un proyecto que da respuesta a una topografía, en un entorno cargado de historia, donde la propia arqueología del lugar condiciona, genera y argumenta la intervención. Observar cómo se construye en la Alhambra, trasladar gestos de la ciudad nazarí a uno de sus jardines (Carmen de Peñapartida), como una prolongación de su propia experiencia a través del tiempo hasta hoy, siendo cualidades atemporales puestas en un esquema contemporáneo. Un Centro Arqueológico que nace de un paisaje concreto en un contexto específico a partir de 3 secciones que toman sentido mediante un Paseo (La Promenade), estableciéndose un diálogo entre patrimonio, paisaje y visitante.
El Jardín de Peñapartida con una extensión cercana a los 20.000 m² se ubica en la colina paralela a la Alhambra hacia el Sur, estableciéndose un fuerte vínculo entre las dos colinas, La Sabika y Mauror, por ello, en un primer acercamiento urbano el proyecto quiere tocar el borde Norte del Jardín, recuperando la memoria del trazado del Paseo de Los Mártires, por donde subieron las tropas de los Reyes católicos para liberar a los cristianos presos en el Corral de Cautivos, nuestro Jardín de Peñapartida.
Según Agustín, la complejidad del contexto a estudiar lo obliga a plantearse una estrategia de proyecto que use herramientas capaces de descifrar este difícil y delicado entorno:
Un estudio en planta identificará los ámbitos más desfavorables y los pondrá en valor a través de su conocimiento y protección. La diversidad topográfica del Jardín genera espacios poco accesibles y desconocidos para los visitantes, pues lo que conocemos hoy del Carmen es el mundo doméstico de la Familia Porcel (primeros inquilinos en la segunda mitad del s. XIX), pero la historia nos dice que hubo una vida muy diferente en rincones del Jardín que hoy no se muestran.
Un estudio en sección de 330 cortes que modificarán el objeto seccionado, donde cada uno de ellos nos hablará de la memoria, mostrará sus dimensiones, su grosor y su posición en el Jardín, teniendo una percepción completa y detallada de nuestro entorno, pudiendo afrontar el trabajo con toda la información posible. Por ello, se decide cortar el Jardín tantas veces sea posible, así en sus 330 metros de Este a Oeste se harán 330 cortes, uno cada metro, orientados Norte-Sur mirando hacia la Alhambra, evidenciando el diálogo que hay entre la colina de la Sabika y Mauror. 3 secciones de esta secuencia dibujarán las 3 intervenciones del proyecto, capaces de explicar nuestro contexto de una manera contundente y clara.
©Agustín Gor