Los arquitectos MUMA han estrenado este curso académico un edificio que incluye un centro comunitario y una guardería ubicado en Eddington, en el nuevo distrito de la Universidad de Cambridge, que proporciona nuevos equipamientos sociales para el barrio.
El centro comunitario y la guardería ocupan un edificio que se integra en el plan maestro para el noroeste de Cambridge, proporcionando una variedad de espacios comunitarios de distintos aforos, que permiten a la comunidad universitaria y local celebrar eventos de diversa índole, como espectáculos, reuniones, etc., además de proporcionar una guardería con capacidad para escolarizar a 125 niños.
El edificio, organizado en torno a un patio central, se desarrolla en una única planta, con espacios de doble altura, destacando un cuerpo de triple altura que se convierte en un nuevo hito en el lugar, marcando su presencia y estableciendo una nueva relación con el barrio.
El programa de la guardería ocupa tres de los lados del patio. El acceso se produce por la esquina de la fachada oeste, comunicando con la recepción y los espacios administrativos y de servicio que ocupan dicha banda.
Las cuatro aulas disponibles se agrupan simétricas de dos en dos, con un núcleo central de articulación donde se encuentran los servicios y las áreas de almacenamiento, en las alas norte y este, reservando la esquina par a la disposición de un aula de actividades comunitarias, que disfruta de una situación privilegiada por su conexión directa con el patio y la doble orientación que permite la existencia de dos fachadas.
Las aulas se caracterizan por disponer de un espacio diáfano de doble altura, con techos acústicos inclinados en la cumbre de los cuales se abren lucernarios que inundan de luz natural el interior.
Además de la luz cenital, la disposición en una banda pasante con fachada a la calle y al patio central permite disponer ventanas que garantizan una ventilación cruzada y vistas directas de la naturaleza y la ciudad.
En la fachada exterior se abren 3 huecos por aula con geometrías básicas (cuadrado, círculo y triángulo), decoradas con colores primarios (azul, rojo y amarillo), con un carácter didáctico para los niños, a la par que lúdico y divertido, integrando bancos donde sentarse en la parte interior de la fachada, aptos a la escala de los menores.
Por el contrario, la fachada hacia el patio integra grandes ventanas correderas, permitiendo la extensión del aula hacia el mismo, que ejerce de zona de juegos para los niños.
La galería cubierta que bordea los tres laterales de la guardería, creada con el vuelo de la cubierta en dicha dirección, proporciona un espacio de juegos exterior pero cubierto, donde poder disfrutar de los días de lluvia.
El único volumen que destaca del cuadrado en planta del edificio en el programa de la guardería es la sala de descanso de los niños, que pierde su conexión con el patio, pero se vuelca al exterior a través de un original paramento perforado con pequeños huecos circulares a distintas alturas, donde niños y adultos pueden mantener una relación directa con el entorno.
El centro comunitario ocupa la banda sur y también ofrece espacios de oficinas, salas de reuniones y cocina. Los tres espacios principales son salas multiusos de escala variable, flexibles y adaptables a las necesidades de la comunidad a la que da servicio.
La sala de menor dimensión se dispone estableciendo un vínculo especial con el patio central, invadiendo el área del mismo, conectada visualmente tanto con él como con el acceso al centro comunitario, que se produce por la esquina de esta banda sur.
La sala multiusos de tamaño medio se dispone a continuación, volcando a un patio más privado dispuesto en la esquina sureste del conjunto, un jardín tapiado donde las aberturas dispuestas en sus paredes establecen la conexión con el entorno.
El salón principal, el de mayor dimensión, con capacidad para 180 personas, se sitúa en el volumen de triple altura que sobresale del cuadrado perfecto delimitado por el conjunto. Se trata de un espacio diáfano que destaca por la riqueza compositiva creada con los aparejos del ladrillo de la fachada, el vidrio y la madera, protagonista de los pórticos, los acabados de algunos paramentos y la escultural escalera helicoidal que conduce a la cubierta.
El mismo cerramiento de ladrillo caravista es el protagonista de la imagen urbana del edificio, creando una envolvente que unifica los dos programas que alberga el edificio. Destaca por los juegos de aparejos que enriquecen la estética de la fachada, combinados con los huecos de ventanas de geometrías y tamaños variados.
También destaca la presencia de un banco corrido que rodea gran parte del edificio, invitando a los transeúntes a acercarse, así como proporcionando un espacio de descanso a los padres que esperan a sus hijos o a los usuarios del centro comunitario.
El edificio destaca además por su apuesta por la sostenibilidad, incorporando sistemas de ventilación natural pasivos, proporcionando una buena iluminación natural y una buena acústica, eligiendo materiales duraderos de alta calidad y sistemas de recogida del agua de lluvia para abastecer a los inodoros.
A su vez, el edificio está conectado con la ciudad con un nuevo servicio de autobuses urbanos y con una ruta ciclista.
Imágenes: Alan Williams