MAAKLAB College es un nuevo espacio educativo innovador y contemporáneo diseñado por dmvA architects para Vives, una de las principales universidades de Flandes Occidental, en Kortrijk, Bélgica.
Los arquitectos transforman en este proyecto un antiguo edificio industrial existente en el campus en un nuevo equipamiento para la universidad, dotado con aulas y talleres caracterizados por apostar por modelos educativo innovadores que fomentan las relaciones interdepartamentales y la creatividad.
La reutilización de la antigua nave del departamento de tecnología de automóviles es una clara muestra de la apuesta del proyecto por la sostenibilidad. No se busca una tipología arquitectónica singular, sino que se crea un espacio de gran interés utilizando materiales convencionales y de bajo coste, reutilizando muchos otros elementos preexistentes o al alcance.
dmvA architects transforma el característico espacio interior a doble altura de la nave, añadiendo una nueva planta en las bandas laterales longitudinales, conservando la totalidad de la altura libre en la banda central, donde dispone una gran escalinata de conexión entre los distintos niveles, fomentando la relación y conexión entre los mismos.
A su vez, este espacio a doble altura y sus elementos de circulación vertical, ya no sólo la escalinata principal, sino también otras escaleras lineales de menos entidad situadas en los laterales, se convierte en el corazón de Maaklab, en el centro de reunión, diálogo e intercambio de información. El peldañeado de la gran escalera central, dispuesto a modo de graderío, de ágora, invita a los estudiantes a utilizarlo como área de descanso y relación social, no sólo como elemento de circulación vertical.
Las aulas y talleres situados en los dos niveles de las bandas laterales mantienen una relación visual con este espacio gracias a la disposición de cerramientos de vidrio, que invitan a participar tanto de las actividades realizadas en las salas interiores, como de las tenidas lugar en el espacio central exterior.
Los amplios marcos de madera que salpican estos cerramientos, delimitando puertas y ventanas, acentúan esta invitación a asomarse al interior de los espacios, a mirar a través de la estructura de madera como si de un cuadro se tratase.
El esqueleto industrial del edificio se mantiene intacto, dejando vista la estructura de hormigón y acero y la chapa grecada de la cubierta, así como las instalaciones, cuya dureza se suaviza con el blanco nuclear que cubre todas las superficies y que contrasta con la calidez de la madera de pino utilizada en las escaleras y los marcos dispuestos sobre el cerramiento de vidrio.
La simplicidad de los materiales utilizados, así como la reutilización de elementos existentes, como los andamios que sustentan la gran escalera central por su parte inferior, permiten obtener un equipamiento de gran calidad con un coste reducido.
Imágenes: Luca Beel
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