La UNESCO nombra a la ciudad de Ávila como ciudad Patrimonio de la Humanidad, encabezando un listado de 15 ciudades españolas, Ávila es una ciudad con encanto y magia que no deja indiferente a nadie gracias a su historia, cultura, arquitectura y las leyendas que recorren sus calles.
La historia, cultura y arquitectura de nuestras ciudades no pasa en balde y es gracias a haberlas valorado debidamente que muchas de ellas han recibido el renombre muy bien merecido de Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO, un nombramiento que constituye un honor y un reconocimiento internacional y, al mismo tiempo, supone una gran responsabilidad por parte de nosotros como ciudadanos.
De entre las quince ciudades Patrimonio de la Humanidad con las que cuenta actualmente el territorio español, la ciudad de Ávila destaca por su muy interesante y excelentemente conservada muralla, la cual la convierte en una de las pocas ciudades amuralladas del Medievo que actualmente sobreviven a los achaques de la historia y la modernidad. Sus iglesias, conventos y edificios monumentales, la convierten en uno de los reductos peninsulares donde el pasado de España y una forma de vida de la Europa medieval todavía sigue latente.
Una ciudad donde disfrutar de la unión entre el paisaje urbano y la naturaleza, un espacio vivo donde la historia florece en cada una de sus calles y edificaciones. Su geometría y armonía la convierten en un espacio digno de los amantes de la arquitectura histórica repleta de leyendas y cultura acaecida que solamente sus muros pueden susurrar al viajero.
Los monumentos y lugares de obligada visita en esta increíble ciudad son innumerables, y de entre ellos podríamos destacar su magnífica muralla que circunda la capital abulense y despliega su inconfundible silueta. Estudios fechan su construcción en el Siglo V, una estructura primitiva de gran carácter de 2.516 m de perímetro que es la imagen de un mundo bien resguardado, sereno y sugerente. Una construcción defensiva complementada con palacios adosados en su interior constituyendo un segundo cinturón defensivo ante posibles revueltas populares y/o de inclusiones del enemigo en la ciudad. Una de sus más peculiares características es la gran cantidad de materiales de cronología romana reutilizados en su construcción (estelas, aras, cápsulas de cenizas, cupae, cornisas, verracos, columnas, ...) los cuales se cree que procederían del desmantelamiento de una necrópolis altoimperial que se extendería en las inmediaciones.
Su mirador conocido como, Los Cuatro Postes, una construcción que domina la ciudad desde Poniente constituida por cuatro monolíticas columnas dóricas unidas por un arquitrabe, que ostenta el escudo de la ciudad. Con fecha de construcción del año 1566 hay quienes defienden que se levantó donde en época romana se erigiría un pequeño templo, y otros quienes afirman que se construyó para rememorar el lugar en que Francisco de Cepeda, tío de Teresa de Jesús, encontró a la santa y a su hermano Rodrigo cuando estos huyeron para sufrir martirio en tierra de moros. En cualquier caso, Los Cuatro Postes constituyen un lugar de obligada visita para admirar las magníficas vistas de la ciudad.
Cabe destacar en gran medida la Catedral de Avila, un templo fortaleza de arquitectura robusta considerada la primera catedral gótica de España. Una edificación levantada sobre los restos de un primitivo edificio dedicado a El Salvador en el año 1172, unos trabajos de ampliación que fueron ejecutados por el maestro de obras y arquitecto francés Fruchel para el Rey Alfonso VIII. Una muestra de transición de la España románica hacia una España gótica donde las diferentes fases constructivas, seccionadas por la muerte del rey y sucesivos acontecimientos, son bien diferenciadas por el cambio de materiales. La finalización de las obras está fechada a finales del Siglo XVI y principios del Siglo XVII.
El Convento y Museo de Santa Teresa, el Real Monasterio de Santo Tomás, el Palacio de los Superunda, los Hornos Postmedievales, entre otros muchos, son otros de los lugares donde disfrutar de la belleza histórica y arquitectónica de la ciudad de Ávila. Una ciudad rica en arte, tradiciones y belleza espacial que ofrece al visitante una enriquecedora estancia.
Lo que son las cosas! en este tipo de reportajes, igual que en las fotografías que utiliza el Ayuntamiento de Ávila o la Junta de Castilla y León, jamás se ve el palacio de congresos denominado Lienzo Norte.
A los ciudadanos no nos gusta nada. Y comprobamos que a las instituciones, que en su día lo encargaron, tampoco.
Lo más triste es que, aunque no lo enseñen en la propaganda, ese edificio gigante de Francisco Mangado ahí está sodomizando a la muralla de Ávila, a la iglesia de San Segundo y a la ciudad entera.
Por eso, desde los Cuatro Postes, aunque sea dificil, la propaganda oculta la vergüenza que desde allí se ve. Y se verá ...
Lo mismo sucede con el edificio de Rafael Moneo en la Plaza de Santa Teresa.
Nos preguntamos si las instituciones públicas seguirán utilizando a los arquitectos estrella para callar la boca a los ciudadanos y destrozar las ciudades históricas.