El despacho de arquitectos australianos Modscape se inspiró en los percebes pegados a los cascos de los barcos para solucionar el reto que le había propuesto una pareja de clientes para su casa de vacaciones en Vitoria (Australia). Ellos deseaban sobre todo “una casa completamente rodeada de la naturaleza”. El resultado es asombroso.
Desde luego no es una casa apta para quien sufra de vértigo. Pero la propuesta es indiscutiblemente interesante, original y espectacular.
Modscape es un estudio de arquitectos afincado en Melbourne (Australia) acostumbrado a solucionar retos dificiles. Su filosofía es realizar viviendas unifamiliares modulares, prefabricadas y de alta calidad. Su lema es “Moderno, sostenible y terminado en 12 semanas”
La vivienda proyectada para Emma y David es todo un homenaje a los amantes de la naturaleza y del Océano Pacifico en particular.
Se trata de una casa literalmente “colgada” (Cliff House) de un acantilado de la zona sureste de Australia, una vivienda completamente fusionada con el entorno natural que la rodea.
La ubicación y la dificultad de acceso hacían imposible construir con un proceso tradicional, así que se optó por utilizar una tecnología prefabricada, modular, metálica y ligera.
Se han realizado cinco módulos prefabricados, con un exoesqueleto de vigas de acero, unidos y anclados a la roca por medio de pasadores metálicos sobredimensionados.
Al llegar a la parcela se percibe la única presencia de la casa a nivel del terreno: el garaje, con capacidad para dos vehículos. Desde ahí se baja, a través de un núcleo de circulación vertical con escaleras y ascensor, a los otros cuatro niveles: en el cuarto hay un salón-comedor-mirador con cocina, en el tercero y segundo los tres dormitorios con baños y en el más bajo una zona de SPA y barbacoa. Una vivienda de 285 m2.
La arquitectura es minimalista y la decoración austera para no restar importancia al verdadero protagonista: el inmenso Océano Pacifico.
A parte la evidente espectacularidad de la solución, esta propuesta me parece interesante porque propone un debate sobre la forma de edificar en proximidad de los acantilados, ofreciendo una alternativa a las tradicionales construcciones que se hacen encima de los mismos.
Creo que es un buen intento de limitar, dentro de lo posible, el impacto visual y ambiental de la edificación, tanto por la elección de los materiales, como por la geometría y volumetría del conjunto.
© Modscape