El hotel boutique de lujo diseñador por el estudio portugués OODA parece nacido de las rocas, enmarcando el paisaje de Llamani
Integrado en la escarpada costa de la Riviera albanesa, The Concave es un hotel boutique de lujo que se fusiona con los contornos naturales de la playa de Llamani. Ubicado en un superficie de 56,000 m², la construcción abarca 10,835 m² y cuenta con 63 habitaciones, un centro de bienestar de 460 m², piscinas cubiertas y al aire libre, áreas de ocio, restaurantes y bares, así como estacionamiento interior privado con espacios adicionales exteriores para acceder a la playa.
Este proyecto es un ejercicio de precisión, donde la forma, la sombra y la materialidad responden al entorno, absorbiendo y reflejando el paisaje circundante. Diseñado para una experiencia inmersiva,el hotel integra cuidadosamente los espacios de ocio como piscinas, salones y centros de bienestar,asegurando un diálogo fluido entre los elementos construidos y los naturales.
Como parte de un masterplan más amplio, la intervención redefine el frente marítimo, estableciendo una identidad arquitectónica cohesiva que respeta la autenticidad innata del lugar. Un sistema de estacionamiento cuidadosamente diseñado mejora la funcionalidad y la continuidad del paisaje,proporcionando espacios adaptables para la interacción cultural y social.
La playa de Llamani es una geografía de contrastes, playas de guijarros que se encuentran con aguas cristalinas, enmarcadas por colinas verdes. La arquitectura no se impone, se adapta siguiendo los ritmos naturales del sitio. Priorizando la sostenibilidad y la inteligencia espacial, el proyecto incorpora energía solar, estrategias de conservación del agua y la preservación de la flora autóctona,reforzando el equilibrio entre la naturaleza y el entorno construido.
La audaz y escultórica topografía exige una arquitectura que sea tanto adaptable como respetuosa.El ecoturismo, el desarrollo de bajo impacto y la inmersión profunda en el paisaje definen este diseño. En lugar de dominar el paisaje, la arquitectura lo enmarca y amplifica. Un acceso elevado a la playa de Llamani dicta la primera impresión del visitante—el hotel y su masterplan se ven por primera vez desde arriba. Como tal, el techo se convierte en la quinta fachada, donde la arquitectura se disuelve en el terreno. Esta perspectiva aérea informa las elecciones de materiales y la composición volumétrica, garantizando una integración completa con el paisaje.
Situado en la región de Himara, cerca del histórico puerto de Palermo, el lugar está modelado por capas de historia como fortificaciones venecianas, reliquias otomanas e intervenciones modernas.En vez de replicar el pasado, este proyecto extiende su narrativa, respondiendo a la profundidad geológica y cultural de la zona con una sensibilidad contemporánea.